Claves de la comunicación política moderna. Parte III.

Claves de la comunicación política moderna. Parte III.

Claves de la comunicación política moderna. Parte III.

Por: @OrlandoGoncal

Siguiendo en el camino de detallar las claves de la comunicación política moderna, hoy nos adentramos en otros códigos que se han ido imponiendo en estos tiempos. Veamos:

  1. ¿Quiénes son tus electores?

Muchas campañas cometen el grave error de pensar, y actuar, en función de tratar de llegar a todos los electores. Eso es literalmente imposible, bien sea por razones económicas, logísticas o de tiempo.

Entonces, si no se le pueden llegar a todos los electores, ¿qué se hace? Pues segmentar a los electores, y focalizarse sobre aquellos electores entre los cuales se tendrá más posibilidad de que le voten.

Eso quiere decir buscar las características de los electores que, desde el punto de vista sociológico, cultural, de estilos y visiones de vida, entre otros elementos, puedan coincidir con la propuesta política.

Para ello hay distintas herramientas de investigación social que ayudan a definir estos segmentos de la población y hasta ubicarlos geográficamente, con lo cual la eficiencia en la inversión de recursos y de tiempo en la campaña electoral se maximiza.

  1. Campaña pobre, pobre campaña.

Muchos candidatos piensan que las campañas se pueden hacer sin recursos, que una vez que esta comience, y los financistas sepan que ellos son candidatos, los recursos llegarán.

Sorprende ver que así son la mayoría de los candidatos que en los procesos electorales terminan haciendo un triste papel con sus resultados electorales, claro, si es que logran llegar al día de la elección.

La política cuesta, todo cuesta, así que, no hay manera de realizar una campaña electoral exitosa, sin recursos. Eso no quiere decir que el dinero es lo más importante en una campaña, pero sin dudas es un elemento fundamental.

Los recursos (económicos y logísticos) son una parte poderosa de cualquier campaña, pero la combinación de recursos, estrategia, mensaje, tácticas, logística y candidato (a) son lo realmente importante.

Así que los recursos son importantes, más no son lo más importante. Lo significativo es, por un lado, tener absolutamente todo presupuestado para saber con exactitud cuanto va a costar el proyecto y como será el flujo de requerimiento en el tiempo, y por otra parte invertir inteligentemente los recursos que se tengan, pero, que quede claro, sin recursos, no es posible llevar adelante y con éxito una campaña.

La comunicación política moderna, con los recursos adecuados, permite aumentar las posibilidades de éxito de un proyecto, pero magia, aun no logra hacer.

  1. Timing, momentum y ritmo.

Estos son tres conceptos que en ocasiones no son considerados en las campañas electorales y resulta que de tenerlos en cuenta puede potenciar las posibilidades de éxito de una campaña

Cuando se habla de timing, fundamentalmente se refiere a la elección, o control del momento en que se debe realizar algo, lo cual implica el momento preciso o el período en el que se lleva a cabo una acción. Un buen timing significa actuar en el momento adecuado para lograr el resultado más efectivo.

Por otra parte, el momentum, en física es el producto de la masa de un objeto y su velocidad, es decir, en el lenguaje cotidiano, el momentum también puede referirse a ganar velocidad o fuerza en un proceso que está en marcha. Por lo tanto, si las diferentes tácticas que se están desarrollando en la campaña, están en el timing correcto, pues la planificación así lo previo, esas tácticas tendrán un momentum especifico o, dicho de otra manera, tendrán una situación de clímax que hará que cada una de esas acciones tengan un mayor impacto y, por ende, una mayor cosecha para el proyecto.

El siguiente concepto, el ritmo, es la forma en que la música se divide sistemáticamente en pulsos que se repiten un número específico de veces dentro de un compás a una velocidad definida o tempo, en campaña el símil es que las acciones de la misma deben ir en un ritmo ascendente, no solo en la cantidad de actividades, sino en la intensidad de las mismas.

Hay campañas (la mayoría, por cierto), que tienen ritmos irregulares en el desarrollo de sus distintas actividades, con lo cual los electores tienden a ver debilidades en esos proyectos, pues se sienten y se llegan a ver inconsistentes, por lo cual un ritmo que al comienzo de la campaña sea moderado, pero que vaya en ascenso constante, generará una percepción de ser un proyecto ganador.

En estos tiempos convulsos y de cambios, la comunicación política moderna también se va adaptando a los cambios, siempre buscando la forma de ser más eficiente. En esta tercera entrega, apenas esbozamos algunos conceptos, pero hay más, mucho más por explorar y debatir.

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