Plan de gobierno ¿para qué?
Por: @OrlandoGoncal
Los manuales de campañas electorales antiguos decían que para ganar una elección había que hacer tres cosas. La primera, dar a conocer el candidato, la segunda, dar a conocer la oferta electoral, y la tercera, pedir el voto. Eso ha cambiado mucho en las últimas décadas, hoy la ecuación es más compleja.
Hoy, electoralmente hablando, es necesario un plan de gobierno, aunque no tenga suficiente peso para el votante. Si se habla de un plan completo, con distintos ejes temáticos, cifras, gráficos, metas y muchos datos, se hace complejo comunicar toda esa información para que sea procesada por el elector.
Ese elaborado plan de gobierno puede ser presentado ante -círculos académicos, sindicatos, empresarios, medios de comunicación- por ejemplo, quienes pueden tener interés en los detalles del mismo, espacios importantes para la generación de opinión, y ésta a su vez, ser de interés con incidencia en el electorado.
Hoy tener un plan de gobierno es vital para que, tanto el candidato, como su equipo de gobierno, tengan claridad qué van a hacer desde el día uno de su mandato, cuáles son las metas que pretenden alcanzar, pero, sobre todo, cuál va a ser el legado que desean dejar con su mandato.
Por lo tanto, todo candidato que quiera aspirar a una posición de elección popular, además de estar preparado para ejercer tal posición, debe tener la capacidad de expresar en blanco y negro todas las ideas, articuladas con una lógica que tome en cuenta todos los factores que incidirán en la realización de ese plan.
En tal sentido, el primer factor a considerar, no puede ser otro que el ciudadano. Toda acción política debe estar enfocada y centrada en el ciudadano. A ellos se deben los candidatos y los gobernantes. Son ellos quienes los eligen y quienes luego los evalúan. Toda acción de gobierno, teniendo como principio que el ciudadano es y será el centro de su accionar, debe entonces comenzar por escuchar al ciudadano.
Es posible que los ciudadanos no expresen una visión o sueño de país, ciudad, municipio, departamento, o estado- a mediano o largo plazo, pero, seguramente, expresarán necesidades puntuales y muy locales, es cuando el equipo de campaña debe tomarlas e insertarlas en la visión que el candidato y su equipo tienen para el plan de gobierno. En esa dinámica, escuchar a los ciudadanos, hoy es de las acciones prioritarias para todo candidato, además de la enorme rentabilidad que le generará a cualquier aspirante.
En una campaña en el Paraguay se recorrió todo el país haciendo eventos temáticos- en cada evento se trataba un tema, y todos y cada uno de los temas tratados fueron, según la investigación realizada, los priorizados por los electores- Estas propuestas por la dinámica de los eventos eran sencillas, simples y, algunas eran solo el enunciado de una idea, para incentivar la participación y generación de opinión y prioridades del elector.
Como resultado se recogieron más de 800 propuestas que fueron debidamente procesadas y estudiadas por un equipo técnico amplio y multidisciplinario que, en primer lugar, estudió la factibilidad de poderlas desarrollar, luego las estructuró, las amplió, y finalmente, insertó en los ejes correspondientes del Plan de Gobierno.
Paralelamente, se desarrolló toda una campaña donde comunicábamos no solo los eventos que se hacían, sino que, posteriormente, se dieron a conocer los resultados de los mismos, con lo cual, los ciudadanos no solo fueron escuchados, sino que consideraron, -así lo reflejaron las encuestas posteriores, y, el resultado electoral- que sus opiniones fueron tomadas en cuenta para gobernar, lo cual produjo en ellos -los electores- un efecto de empatía y cercanía con el candidato, claramente reflejado no solo en las urnas electorales sino en el acompañamiento a la gobernabilidad durante su gobierno.
Nuevamente, el Plan de Gobierno es el documento estratégico que orientará la acción del gobernante para con los ciudadanos, frente al cumplimiento de las metas y oferta electoral, además de la construcción del legado de la administración, así que, si bien electoralmente, puede no ser la mejor herramienta para conseguir votos, es fundamental para gobernar.
Por último, en el caso parlamentario, si bien éste no ejecutará un plan de gobierno, si tendrá unas ofertas de campaña que cumplir. Por ello, tener una agenda legislativa a desarrollar también es una herramienta importante a considerar.
De nueva vuelta, hay que prepararse para ganar, pero también hay que hacerlo para gobernar. Prepararse para una de las dos no es suficiente, se debe hacerlo para ambas, y así las posibilidades de éxitos, en ambas, son exponencialmente mayores.
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