Ecuador y Perú, cambio y encrucijada.
Por: @OrlandoGoncal
El pasado fin de semana, ambos países tuvieron torneos electorales. En Ecuador se realizó la segunda vuelta electoral y escogieron al presidente, mientras que, en Perú, se hizo la primera vuelta para seleccionar quien pasaría a la segunda vuelta que se realizará el próximo 6 de junio.
Ambos países fueron el epicentro de las miradas de la región por las particularidades de cada proceso. En el Ecuador, después de una primera vuelta donde participaron doce candidatos, pasaron a la segunda vuelta Andrés Arauz quien obtuvo algo más del 32% de los votos y Guillermo Lasso quien obtuvo el 19,74%.
Esa primera vuelta estuvo envuelta en polémica, pues Lasso superó por unas décimas a Yaku Pérez y este hizo toda una campaña denunciando un supuesto fraude, pero sin presentar pruebas reales del mismo, con lo cual además e manchar el proceso, generó dudas y sospechas en una parte de la población sobre Guillermo Lasso.
Con este antecedente Guillermo Lasso partía con plomo en el ala para la segunda vuela, sin embargo, logra superar los obstáculos, replantea su campaña y logra vencer a su adversario literalmente en la recta final. Hubo varios puntos de inflexión que marcaron la diferencia. El primero fue el debate del 21 de marzo. Hasta esa fecha la conversación pública giraba en torno a Arauz, pero luego del debate, Arauz pierde ese dominio y esta se equilibra entre ambos candidatos.
Otro planteamiento interesante es que Lasso se sale de la polémica “Correa y anti Correa” la cual dominó la retórica en la primera vuelta y se centra en conversar sobre los problemas de los ecuatorianos, dejando de lado lo meramente político y centrando su atención en el ciudadano, enfocándose en dar respuesta a las principales angustias de los ecuatorianos y por ello planteó un plan masivo de vacunación, mejorar el sistema de salud nacional, generar al menos un millón de empleos productivos, entre otros.
Como conclusión, queda claro que las elecciones no se tratan sobre los candidatos, se tratan sobre los electores, sobre sus angustias, anhelos, temores y aspiraciones, y como un candidato puede dar respuesta a ello.
Tiene por delante el presidente electo Lasso una gran tarea, más allá de implementar acciones concretas para enfrentar la pandemia y generar empleo. Él logra ganar en toda la zona de la sierra ecuatoriana, pero su adversario ganó en las provincias de la costa, con lo cual queda claramente marcado que hay dos ecuadores y que están divididos, por lo cual, la reunificación del país será una tarea fundamental para generar los cambios por los cuales votaron los ecuatorianos.
En el caso del Perú, este se encuentra en una encrucijada, pues tuvo una primera vuelta con la participación de 18 candidatos y quien obtiene el primer lugar es el maestro Pedro Castillo de Perú Libre con algo más del 19% de los votos, seguido de Keiko Fujimori, de Fuerza Popular con poco más del 13%, distanciándose de los otros dos candidatos por dos puntos -Rafael López Aliaga, de Renovación Popular y Hernando de Soto, de Avanza País- con quien estuvo virtualmente empatada en las primeras horas del escrutinio.
El simple hecho de que se presentarán 18 candidatos a la elección presidencial, era una clara demostración de que el liderazgo del país está absolutamente atomizado, y los bajos índices de votación que obtuvieron los candidatos, ratifica esa atomización y debilitamiento.
Pero, eso es parte de la lectura, pues en el fondo, lo que el ciudadano peruano está diciendo es que está harto y decepcionado de las élites, de todas las élites, no solamente de las políticas. La ya prolongada crisis institucional del Perú ha contaminado a todos los sectores y ámbitos del país. Recordemos los escándalos del sistema de justicia de ese país, en el que están involucrados los jueces, políticos y empresarios, recordemos que han tenido cuatro presidentes en apenas 4 años.
También vale la pena recordar que cuatro expresidentes están investigados por casos de corrupción con Odebrecht, que quien pareciera que pasará a la segunda vuelta del 6 de junio, la candidata Keiko Fujimori está siendo investigada por los tribunales de ese país también por un caso relacionado a mismo escándalo.
Sumado a todo lo anterior, el Perú es el país con el mayor porcentaje de fallecidos de covid 19 por cada millón de habitantes, hasta ahora solo se ha vacunado el 2% de la población, y en medio de ello surge el escándalo del vacunagate, donde nuevamente, las élites usan su influencia para vacunarse, siendo los casos más emblemáticos los del ex presidente Martín Vizcarra y su familia y del Nuncio Apostólico del Perú, Nicola Girasoli, quien además argumentó que él fue vacunado, en calidad de “consultor en asuntos éticos”, o sea, más patético imposible.
Definitivamente, la crisis del Perú es mucho más profunda de lo que se ve a primera vista. Es una crisis que ha ido pulverizando muchas de las instituciones del país, que está afectando a todos, y que, con un congreso tan fragmentado y ya cuestionado como el que resultó electo recientemente, y con el escenario que se presenta para la segunda vuelta, o las élites rectifican o los ciudadanos tendrán que volverse protagonistas de cada área de la vida del país, si quieren sacar el país de la encrucijada en la que está estancado.
Foto: https://eleconomista.com.ar/
