El timing, el momentum y el ritmo de las campañas
Son conceptos fundamentales en cualquier campaña pues, al tener coherencia y concordancia entre ellos hará exitosa campaña
El timing, el momentum y el ritmo de las campañas
Son conceptos fundamentales en cualquier campaña pues, al tener coherencia y concordancia entre ellos hará exitosa campaña
Los americanismos del timing y el momentum son fundamentales en cualquier campaña. Igualmente, importante es el ritmo de estas, pues al tener coherencia y concordancia entre los conceptos anteriores esa triada permitirá aumentar exponencialmente el éxito de la campaña.
Se dice simple, se ve fácil, pero, lograrlo en el terreno en medio del mar de egos que a veces complejiza a una campaña, es otra historia.
En tiempos convulsos como los actuales, y con los constantes cambios de la sociedad se hace lógico pensar que la comunicación política moderna, y la política en sí misma, están cambiando.
En tiempos convulsos como los actuales, y con los constantes cambios de la sociedad se hace lógico pensar que la comunicación política moderna, y la política en sí misma, están cambiando.
La continua búsqueda del poder es la principal vocación de todo partido o movimiento político, con los grandes cambios que se evidencian en la sociedad, cómo es que, ¿haciendo lo mismo de siempre, se pretende obtener resultados distintos?
El mar de fondo que hoy afecta a muchas democracias es perfectamente evitable si el liderazgo resuelve escuchar los gritos ahogados y desesperados de los ciudadanos.
Cuando los egos se exacerban y aparecen de manera constante, entonces llegan más allá de toda lógica aceptable y comienzan a hacer daño a la campaña o al ejercicio del poder
La decadencia del discurso y de la política existe porque los ciudadanos lo han permitido
En política, bajo ningún aspecto, usar temas sensible y delicado contra el ser humano, en especial cuando estos son vulnerables, para tener unos cuantos likes. Eso además de ser irrespetuoso, es revictimizante, irresponsable e inmoral.
Las creencias, los sesgos, las improntas de los electores, así como el contexto y el momento histórico en que se desarrolla la campaña, son parte de los elementos a analizar y estudiar, para crear esas conexiones emocionales entre electores y candidatos, generando a su vez esa dimensión afectiva que acercará a ambos, lo que llevará a votar por quien generó la confianza.
La crisis del #Ecuador, no es nueva, de hecho, lleva años fraguándose y definitivamente la clase política no logró ponerle coto.
Si los partidos políticos quieren rescatar la credibilidad y la democracia, deberán retomar el papel que les corresponde, ser los intermediarios entre el Estado y los ciudadanos; colocarse al lado de la gente, apoyarles en sus luchas y propender por mejorar sus condiciones de vida.
De no hacerlo, la anti política seguirá poniéndose de moda, continuará avanzando, con nefasta consecuencia para las democracias.
Al tener una investigación de calidad, sencillamente aumentan las posibilidades de triunfo y, por otra parte, los candidatos deben entender que la campaña más cara, es la que se pierde.
Las campañas en estos tiempos convulsos deben ser integradoras de todos los elementos mencionados y, sobre todo, visionarias, capaces de llevar a los ciudadanos a un proceso de toma de decisión sólida, que no sucumba a las viejas prácticas de la politiquería.
Es claro que hay un hastío de la población guaraní con su sistema político. Es evidente que el desgaste del partido Colorado por tantos años en el poder, pero sobre todo por las enormes disputas y pleitos internos en los últimos ocho años, sumado a las sanciones impuestas por los Estados Unidos al expresidente Cartes, ponen en riesgo su hegemonía, pero en la acera de al frente, el candidato Efraín Alegre con un discurso difuso, carente de pegada y profundidad, tampoco aprovecha el momento y las debilidades de su adversario.
