La continua búsqueda del poder es la principal vocación de todo partido o movimiento político, con los grandes cambios que se evidencian en la sociedad, cómo es que, ¿haciendo lo mismo de siempre, se pretende obtener resultados distintos?
En política, el estado de negación no es otra cosa que el intento -en ocasiones desesperado- de protegerse al no aceptar la verdad sobre alguna situación de la realidad política imperante, y por ello se presenta la confusión entre deseos y realidades, llevando a que muchos proyectos políticos no logren cristalizar sus objetivos estratégicos.