La violencia como estrategia.
Por @OrlandoGoncal
La violencia en las redes sociales es un fenómeno creciente que tiene múltiples efectos en la población y está relacionada con la violencia política, el crecimiento del populismo y su acceso al poder de estos.
La violencia digital realizada a través del uso de tecnologías, la información y la comunicación, de acuerdo con los especialistas, puede causar daño psicológico y emocional a las personas. Los síntomas pueden manifestarse consecuencia de acoso, hostigamiento, amenazas, insultos, vulneración de datos e información privada, mensajes de odio, difusión de contenido sexual sin consentimiento, entre otros. Además, esta agresividad puede provocar inseguridad, miedo, baja autoestima, frustración, siendo estos los sentimientos con los que perversamente juegan los populistas para fraccionar a las sociedades, haciéndose a una legión de fans que de manera casi irracional siguen al líder.
La violencia que emiten en discursos y mensajes que usualmente viralizan en las redes sociales, pudieran estar generando consecuencias psicológicas que, posiblemente, participen en la inducción a la violencia en el mundo real. Parte de la estrategia de quienes usan estas artimañas, además de dividir la sociedad como ya se comentó, también buscan evitar que personas bien acreditadas participen en la esfera pública, así evitan competencia efectiva que impida lograr sus objetivos. Cuando esto sucede, las sociedades en su conjunto salen perdiendo y mucho.
Las redes sociales están siendo utilizadas por políticos para difundir sus mensajes a través de campañas hipersegmentadas. Los ejemplos abundan, pero quizás el más reconocido por usar estos artilugios sea Donald Trump, quien, entendiendo el poder de los medios sociales se apoya en masivas campañas de microtargeting destinadas a difundir mensajes incendiarios entre los más susceptibles de ser influenciados, así como atemorizar a otros segmentos de la población.
A medida que la internet y en especial las redes han aumentado su penetración y popularidad, las opciones políticas populistas de cualquier lado y color han aumentado exponencialmente, lo que implica un gran reto para las opciones serias, democráticas, que están dispuestos a respetar no solo las reglas del juego democrático, sino a los electores, pues en ocasiones quedan en desventaja ante la arremetida de las mentiras y medias verdades populistas.
Se requiere una respuesta multidisciplinaria para combatir este flagelo que cada vez se extiende con mayor fuerza en el planeta, como si se tratara de una pandemia, mancillando y socavando las democracias; pervierte los sistemas políticos; genera una corrupción desbordante, y más grave aún, atentan contra las libertades de la sociedad.
Por tal razón es fundamental educar a las personas sobre la importancia del respeto y la tolerancia hacia las opiniones políticas de los demás. Esto podría incluir programas de formación cívica en las escuelas -materia que ha sido abandonada- en la mayoría de los países, así como campañas de concienciación en las redes sociales.
También ayudaría que las plataformas de redes sociales tengan políticas claras y efectivas para moderar el contenido violento o de odio. Esto podría incluir el uso de tecnología de inteligencia artificial para detectar y eliminar dicho contenido, y los gobiernos en términos generales, tienen la tarea pendiente de promulgar leyes que prohíban el discurso de odio y la violencia política en línea.
Claro está que la responsabilidad individual tiene un peso específico y significativo, pues cada usuario de las redes sociales tiene la responsabilidad de comportarse de manera respetuosa y no participar en comportamientos violentos o de odio, al tiempo que se apoye a quienes han sido víctimas de violencia política en línea.
Ahora bien, la inteligencia artificial -IA- puede desempeñar un papel crucial en la moderación de contenido en línea, pues la misma puede ser usada para clasificar automáticamente el contenido generado por los usuarios, lo que es el primer paso en el proceso de moderación, y una vez clasificado, la IA puede analizar dicho contenido para identificar posibles violaciones a las políticas o términos y condiciones de cada plataforma.
Algunas empresas ya están utilizando algoritmos de IA para mejorar la detección de contenido tóxico. Por ejemplo, Spectrum Labs utiliza algoritmos de IA contextuales para este propósito, con lo cual se puede encontrar y extraer información como nombres de empresas y ubicaciones del contenido generado por los usuarios, y los algoritmos pueden analizar y clasificar automáticamente el contenido potencialmente dañino, aumentando la velocidad y efectividad del proceso general de moderación.
Cada pequeño paso que se dé para eliminar la violencia política cuenta. Cuando de hacer frente a este problema se trata, todos tenemos un papel que desempeñar para hacer de nuestra sociedad y comunidad un lugar más seguro y respetado.
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