Impacto de las mujeres en la política.
Por: @OrlandoGoncal
Recientemente Nikki Haley, de origen indio, exembajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas y exgobernadora de Carolina del Sur, hizo oficial su intención de buscar la nominación presidencial por el partido republicano.
Usando la bandera del cambio generacional en la conducción de los EE.UU. tratando de poner a su rival interno, Donald Trump, y a su rival externo, Joe Biden, en el mismo canasto; es decir, les está diciendo -están pasados de edad para estos nuevos tiempos-
A través de video en redes sociales Haley destacó la necesidad de que los líderes “redescubran la responsabilidad fiscal, aseguren la frontera y fortalezcan al país, su orgullo y sus propósitos”. Al mismo tiempo advirtió que Estados Unidos ha mostrado flaquezas en el plano internacional, siendo acosado por Rusia y China. «Todos piensan que podemos ser intimidados, pateados”. Logró mayor impacto cuando dijo que: “Deberían saber esto sobre mí: No soporto a los matones. Y cuando respondes, les duele más, si llevas tacones”. Es claro que Haley comienza pisando fuerte, a sabiendas que no va a ser una campaña fácil.
La lucha de las mujeres por un mundo equitativo es de vieja data, con batallas duras, manteniéndose firmes en sus luchas, aun el camino a la equidad, igualdad e inclusión es largo.
Florentina Gómez Miranda, profesora, abogada, política legisladora argentina en los 80, ganadora del reconocimiento nacional por su activismo en favor de los derechos de las mujeres, decía que: “Si una mujer entra en la política, cambia la mujer. Si muchas mujeres entran en la política, la que cambia es la política» Afirmación innegable, y muestras de ello nos lo da la historia reciente con varios casos de éxitos en el liderazgo político en algunas naciones que evolucionan.
Pero, el foco del artículo lo centrare en unos datos que arroja el estudio de Latinobarómetro de 2021, puesto que, cuando les preguntaron a los ciudadanos de Latinoamérica: ¿Hasta qué punto la igualdad entre hombres y mujeres están garantizadas en el país? En promedio en la región el 42% afirmó que están completamente garantizadas o algo garantizadas, pero en Panamá esa cifra sube hasta 47%.
La realidad es que las mujeres en la región todavía se enfrentan la carga de trabajo no remunerado, a la involución de tradicionales roles de género, la carencia de articulación entre la vida laboral, familiar y personal; y a la insuficiente oferta de servicios de cuidado infantil y de prácticas laborales flexibles; eso sin contar el sometimiento a la violencia de género que cada día violenta tantas mujeres en el hemisferio sur.
Cuando de la participación de la mujer en política se trata ellas generalmente deben enfrentarse a la realidad circundante, insuficiencia de recursos para hacer campaña; actos de persecución, hostigamiento y amenazas; con el agravante que, para algunas estos componentes van acompañados de violencia sexual, no solo contra ellas, sino contra sus familiares, y especialmente sus hijas.
Para superar esas barreras que todos conocen pero que la generalidad ignora, deben armarse de esa identidad y fortalezas que les permita incidir en su entorno, transformando no solo su autoestima, sino generando bases que le faciliten identificarse con las demás, y así consolidar una historia. Lo más importante, hacer uso de la gran capacidad para construir alianzas, al tiempo que promuevan el respeto a los derechos humanos.
Lo anterior debe venir acompañado de ideas y valores en el ámbito público y privado, combatiendo la subordinación, exclusión y pobreza de las mujeres, con lo cual podrán tener incidencia en las políticas públicas como proceso de transformación social, poniendo en práctica las habilidades, y herramientas que permitan cambiar esas prácticas discriminatorias.
En paralelo desarrollar la capacidad de comunicar, generando mensajes orientados a grupos específicos, enfocados a problemas concretos, y por supuesto, a la acción, a la concientización y posterior movilización de la sociedad.
En el New York Times el premio Pulitzer, Nicholas Kristoff, en uno de sus artículos refiriéndose a la participación de la mujer en la vida moderna, decía: “La forma más eficaz de combatir la pobreza mundial, de reducir los conflictos civiles, incluso de reducir las emisiones de carbono, es invertir en la educación de las niñas e incorporar a las mujeres en la fuerza laboral formal”.
En el transcurso de la historia el potencial de la mujer ha sido infravalorado, como sociedad moderna debemos contribuir a la superación de esas barreras limitantes, permitiendo el desarrollo y participación de la mujer en la construcción de un mundo más justo, solidario y equitativo.