Un día sin ellas
Por: @OrlandoGoncal
El año 1975 fue declarado por La ONU “Año de la mujer”. En el mes de octubre del mismo año, en Islandia las mujeres convocaron e hicieron el “El Día Libre de las Mujeres”. La protesta original la hizo un movimiento radical femenino llamado las Red Stockings -medias rojas- que había sido fundado años antes. Dado que los pensamientos del movimiento fueron considerados radicales y confrontativas, la idea no prosperó. Posteriormente la huelga fue rebautizada, ese día, el 90% de las mujeres del país se fueron a huelga, en la que pedían igualdad de derechos.
Desde entonces, Islandia ha sido pionero en la igualdad de derechos entre hombre y mujeres, siendo uno de los países con mayor participación política de las mujeres. A lo largo de los últimos 45 años las luchas y protestas de las mujeres en el mundo continúan, por distintos motivos y causas justificadas.
Ahora bien, “Un Día sin Mujeres” se volvió a repetir el 3 de octubre de 2016 en Polonia. Allí más de cien mil mujeres vestidas de negro –por lo que también fue conocido como “el lunes negro”- salieron a las calles a protestar e hicieron la huelga para pedir el libre aborto.
Días después, el 19 de octubre, al otro lado del Atlántico, la Argentina quedó convulsionada tras el asesinato de una joven de apenas 16 años, -Lucía Pérez-, en la ciudad de Mar del Plata. Crimen que motivó un paro nacional, bajo los hashtags #NosotrasParamos y #NiUnaMenos, exigieron al Estado acciones de justicia por el feminicidio.
En México, las mujeres plantean un paro nacional que han denominado “Un Día sin Nosotras” y surge ante la falta de acciones de las autoridades para detener la violencia contra las féminas. En ese país desde de 2006 a la fecha hay registrados más de 15 mil casos de mujeres desaparecidas y, de acuerdo con las cifras oficiales la cuarta parte de estos casos son jóvenes con edades de entre 15 y 24 años. Adicionalmente, cada día, 10 mujeres son asesinadas, y el 10% de los casos de estos feminicidios es contra menores de 17 años.
La gravedad de estos casos es tal que, las redes sociales están inundadas de mensajes de solicitud de ayuda de familiares que buscan desesperadamente a sus niñas y mujeres que han desaparecidas. Como ya habíamos comentado en otra ocasión, el caso no es exclusivo de México, pero, ante la lenta acción del Estado, y, sobre todo, la postura del presidente López Obrador de tratar de minimizar la gravedad de la violencia contra la mujer, de tratar de politizar la protesta de las mujeres, argumentando que éstas tienen motivaciones políticas de, “…los conservadores y de la derecha…”, acción que, sin pensarlo, ha puesto éste paro en el foco internacional.
Ahora, en reciente estudio de la empresa Mitofsky, revela que la opinión está dividida, prácticamente a iguales. Cuando consultaron si están de acuerdo en que se realice el paro, el estudio indica que 48,5% está de acuerdo y 41,6% está en desacuerdo. Estas cifras son asombrosas, y generan interrogantes, como ¿estarán anestesiados o aletargados? para que casi la mitad de los mexicanos les sea indiferente el tema de la violencia contra la mujer.
Pero, aún más dramático, el mismo estudio revela que el 40,6% de las mujeres no está de acuerdo con el paro nacional. La pregunta que surge es, a pesar de los hechos, ¿a qué o a quién le tienen miedo? Es un porcentaje tan alto que llama la atención, especularía que refleja cierta insolidaridad de las mujeres con sus congéneres. Afortunadamente, el 69,1% de los jóvenes de entre 18 y 29 años, si respaldan el paro.
Según la Organización Mundial de la Salud –OMS- “36% de las mujeres, han sufrido agresiones alguna vez producto de violencia machista que vive América”. Si a eso le sumamos que, de los 25 países con mayor número de feminicidios en el mundo, 14 están en Latinoamérica, estamos hablando de un atraso mental en la región.
Ahora, el paro “Un Día sin Nosotras” en México, se realiza al día siguiente que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, también es la oportunidad para reivindicar las luchas de las mujeres por la igualdad de derechos; y recordar que, en pleno siglo XXI, es vergonzoso como sociedad que aún tengan que reclamar lo que, como seres humanos les corresponde.
“Estrictamente hablando, el ser humano no es ni masculino ni femenino: los sexos distintos sirven solamente para la reproducción” Marie de Gournay lo tenía muy claro hace cuatro siglos. La pregunta sería entonces: ¿lo tenemos todos claro?
Foto: www.nytimes.com