¿Por qué debe importarnos Hong Kong?
Por: @OrlandoGoncal
Desde hace más de 14 semanas millones de ciudadanos de ese pequeño territorio han protagonizado protestas. ¿Por qué debe importarnos Hong Kong?
Las manifestaciones comenzaron siendo pacíficas, pero, con el pasar de los días, tanto manifestantes como autoridades policiales, han elevado el tono, lo que ha traído como consecuencia miles de detenidos, paralización e interrupción de las operaciones del octavo aeropuerto de mayor movimiento del mundo, y una contracción económica que ese pujante territorio no había visto nunca.
Todo comenzó con la intención de las autoridades locales de aprobar una ley de extradición que le permitiría a China juzgar en su territorio a ciudadanos de Hong Kong. Esto desató una ola de protestas, inconformidad que, al día de hoy se mantienen, movilizando a millones de ciudadanos.
El desarrollo de los acontecimientos ha llevado a los manifestantes a exigir una investigación independiente sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía; la amnistía para los más de 1.200 detenidos en las protestas. Además, no catalogar las manifestaciones como “disturbios” – si mantienen dicho criterio legal chino- la participación en manifestaciones podría ocasionarles hasta cinco años de cárcel a los detenidos, regulación diferente a la que impera en Hong Kong.
La constitución de Hong Kong, llamada “Ley Básica de Hong Kong”, garantiza libertades como el derecho a protestar, una prensa libre, libertad de expresión, y la elección de autoridades por voto directo, secreto y universal. Derechos que no existen en el territorio continental chino.
Cabe recordar que, Hong Kong pertenece a China, pero tiene independencia en su sistema político, identidad cultural y su propia moneda. Razones por lo cual muchos residentes de Hong Kong se ven a sí mismos como hongkoneses y no como chinos.
Esa diferencia viene de muchas generaciones atrás, pues fue una colonia y territorio británico durante más de 150 años, devuelta a China en 1997.
Esta Ley Básica establece que Hong Kong “salvaguardará los derechos y libertades de los residentes” durante 50 años después de la entrega, sin embargo, Beijing, al mejor estilo autocrático y autoritario ha reinterpretado la Ley Básica y ahora afirma que tiene “jurisdicción completa” sobre Hong Kong.
Hong Kong se ha vuelto una piedra en el zapato para el régimen chino, dado que no tiene control absoluto sobre el territorio, los ciudadanos, su economía debido a que están bajo el concepto de –y así funcionan- “un país, dos sistemas”, por lo cual, hasta el 2047, China en teoría, – y de acuerdo a los tratados de 1997- debe respetar.
Siendo el régimen chino centralista y autoritario, que ha invertido en los últimos años más de $125 mil millones en equipos anti disturbios y seguridad interna, siendo esa inversión mayor de lo que gasta en las FFAA, es claro que, desean como están acostumbrados, tener el control total.
Con la velocidad de los cambios que se presentan en el mundo, el hecho de que, en breve tiempo China se viene convirtiendo en la mayor economía del mundo, convirtiéndose a su vez, en el centro mundial para la fabricación de productos e indiscutiblemente la mayor potencia industrial y exportadora de bienes y del planeta, sumado a eso, la reordenación y nuevo balance de la geopolítica mundial, donde China juega un papel cada vez más preponderante, no puede permitirse que el pequeño Hong Kong tenga un sistema distinto.
En su lógica, eso es absolutamente inaceptable, está fuera de toda discusión –para ellos- y, además, como entienden que el mundo avanza cada vez más rápido, no quieren esperar al 2047.
¿Por qué China quiere adelantar los hechos? Simple.
Imaginemos por un momento que, en otras regiones de China continental comiencen a gestarse movimientos parecidos al de Hong Kong, y exijan qué también se apliquen lo que llaman “dos sistemas, un país”, o sea, en el fondo estarían exigiendo más democracia y libertades –que hoy no tienen- con lo cual el sistema chino, tal como lo conocemos estaría seriamente amenazado.
Sin embargo, parece que cada día toleramos más el avance de los totalitarismos, de los regímenes autoritarios y hasta aceptamos que tenga poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. La democracia, las libertades y los derechos humanos, bueno, ya veremos.
Debemos vernos en el espejo de Hong Kong. Podrán estar lejos geográficamente, pero, lo que allí suceda, pudiera terminar afectándonos a todos. El cambio de Era, está trayendo muchos desajustes, cambios y alteraciones, y, no todos son necesariamente buenos.
Foto: www.cnn.com