MÉXICO, MUROS Y TRUMPADAS
Por @OrlandoGoncal
México es un país maravillo, con una riqueza y diversidad cultural, histórica, gastronómica impresionante. Por ejemplo, son reconocidas 68 lenguas originales y 264 variantes lingüísticas (algunas en peligro de extinción), para el 2012 se calculaba que la población indígena era de aproximadamente 15 millones de personas, repartidas en 56 grupos étnicos. Ciudad de México, es la ciudad con mayor número de museos en el mundo con más de 140 y en el país más de 1.120.
Con más de 130 millones de habitantes, México es una tierra bendecida, que después de la revolución se encamino hacia su desarrollo y hoy se perfila como la décima economía del mundo.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. México tiene terribles problemas de pobreza y desigualdad y desde hace 20 años el problema del narco tráfico ha venido golpeando muy fuerte al país y a sus habitantes. Por otra parte, es claro que el sistema político mexicano no ha logrado mantenerse actualizado y a la par de las exigencias de la sociedad. Los niveles de corrupción en México lo ubican en el lugar número 103 de un total de 175 países analizados en todo el mundo, según el Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por Transparencia Internacional pero, lo más grave, es el de estancamiento en la que se ha mantenido por casi una década en materia de corrupción.
Recientemente el gobierno mexicano se vio obligado a tomar una serie de medidas que impactaran negativamente en el bolsillo de sus habitantes. Quizás de todas las medidas, la que mediáticamente ha tenido más cobertura ha sido el aumento de la gasolina, lo que ha originado centenares de protestas a lo largo del país.
Pero estas medidas, son sin que Donald Trump asuma las riendas del gobierno de los Estados Unidos.
Desde la campaña electoral, Trump ha criticado la mayoría de los acuerdos comerciales que EEUU tiene con México y otros países. Ha amenazado con imponer fuertes aranceles en la frontera para la entrada de los productos mexicanos y chinos, ha amenazado públicamente a las empresas, con imponerles sanciones si siguen produciendo en el exterior y no en suelo norteamericano.
En un mundo que cada día se globaliza más (nos guste o no, estemos a favor o en contra), donde más del 30% de las importaciones de los EEUU viene de China y 13% de México, de aplicar el Sr. Trump esos aranceles (ha hablado del 30 al 35%) eso forzaría de inmediato una subida de precios que, según los expertos impactaría en una subida del 8% en la inflación de ese país.
Ahora bien, de acuerdos al The Observatory of Economic Complexity, “México es la 12º mayor economía de exportación en el mundo y la economía más compleja 20º de acuerdo con el Índice de Complejidad Económica (ECI). En 2014, México exportó $ 400 Miles de millones, siendo las principales exportaciones de Petróleo Crudo ($37 Miles de millones), Automóviles ($33 Miles de millones), Piezas-Repuestos ($23 Miles de millones), Camiones de reparto ($22,7 Miles de millones) y Computadoras ($18,6 Miles de millones) y, sus principales importaciones son Refinado de Petróleo ($22,9 Miles de millones), Piezas-Repuestos ($22,7 Miles de millones), Circuitos integrados ($13,5 Miles de millones), Computadoras ($10 Miles de millones) y Transmitiendo Accesorios ($8,98 Miles de millones).
Los principales destinos de las exportaciones de México son los Estados Unidos ($291 Miles de millones), Canadá ($24,5 Miles de millones), China ($7,89 Miles de millones), España ($6,18 Miles de millones) y Brasil ($5,35 Miles de millones). Los principales orígenes de sus importaciones son los Estados Unidos ($194 Miles de millones), China ($58,7 Miles de millones), Japón ($15,8 Miles de millones), Corea del Sur ($13,4 Miles de millones) y Alemania ($12,8 Miles de millones).”
Ante este escenario, México debe mirar en serio a otros mercados, volver sus ojos hacia el sur, hacia América Latina y hacia oriente, China, Japón, Singapur, Indonesia, entre otros, pues su economía sufrirá los embates de la política proteccionista de Trump.
En esta batalla, México también podrá imponer altos aranceles a los productos americanos, con lo cual la guerra comercial se volverá más cruenta y como siempre, los grandes perdedores serán los habitantes más humildes de cada país.
Aquí van a jugar un rol fundamental los ciudadanos. Son los que tiene que tomar la iniciativa y comenzar a protegerse y defenderse de las posibles agresiones de su tradicional socio del norte. En días pasados leímos de una compañía mexicana que tomo la decisión de no comprar vehículos Ford para su empresa, en vista que esta última, había cancelado la construcción de una nueva planta.
Esta actitud de una empresa, si es respaldada e imitada por millones de mexicanos, pudiera tener un efecto tremendo en la economía gringa, que seguramente el Sr. Trump no se esperaba.
Ford cedió a la presión, pero afortunada empresas como BMV y Honeywell, manifestaron su intención de seguir adelante con sus inversiones en México, lo cual es una buena noticia, pero no es suficiente.
México es un país grandioso, con gente maravillosa y, les llegó la hora de demostrar que este reto que les imponen desde el norte, lo pueden superar.
Es evidente, al igual que en muchas partes de América Latina, que la clase política mexicana está muy desgastada y tendrán que reinventarse, para unificar al país y llevarlo a ser una nación más justa, más equitativa y sobre todo, con más oportunidades para que todos los ciudadanos tenga la posibilidad de prosperar por sus propios méritos y esfuerzos.
Pero el reto no es solo de los políticos, el reto es fundamentalmente de los ciudadanos, quienes deben enarbolar las banderas de la Revolución Mexicana, y ejerciendo su ciudadanía, exigir sus derechos, ejercerlos y lograr que la clase política cumpla sus promesas. Son los ciudadanos los que deben presionar para lograr un gran acuerdo nacional, que enrumbe al país hacia el desarrollo pleno, justo y que le permita sacra de la pobreza a millones de mexicanos.
¡Viva México!