Las elecciones en Estados Unidos tienen al mundo al borde de una crisis nerviosa y, no es para menos. La mayor potencia del mundo, se debate entre dos candidatos que han sido ampliamente cuestionados, pero solo uno de ellos será electo.

Las encuestas (bien hechas) siempre son un indicador claro de hacia donde se inclinara la balanza, pero en esta elección tienen dos problemas que no son fáciles de resolver.

El primero la elección de los Estados Unidos es de segundo grado. Es decir los 103 millones de votantes, votan por unas listas llamadas colegio electores, y cada estado tiene una cifra distinta, que representa al peso poblacional de cada uno.

Por ejemplo, California, el más poblado, tiene 55 delegados, Texas tiene 38, la Florida 29, New York también tiene 29, y los estados más pequeños como Montana, tiene 3, Dakota del Norte y del Sur, tienen 3 cada uno.

Así que, las encuestas miden el voto popular, por lo cual para saber con exactitud quien tiene la ventaja, hay que mirar las encuestas estado por estado, pues quien gane un estado (aunque sea por un solo voto) se lleva el 100% de los delegados. (Los estados de Maine y Nebraska, son la excepción, pues se reparten los delegados proporcionalmente a la votación obtenida por los candidatos).

El segundo tema importante, es algo en que los americanos no tienen experiencia. Usualmente en Latino América se puede presentar lo que llamamos el “voto vergonzoso”, es decir, gente que ha tomado una decisión sobre quién votar, pero que a la hora de ser consultada no lo expresa. Ante ese hecho, hay maneras de detectar si el voto vergonzoso se está presentando en una elección, y hay una serie de preguntas filtros que ayudan a detectarlo, pero en los Estados Unidos, pareciera que es la primera vez que ello se presenta y, las encuestadoras no hayan como lidiar con esto, así que los pronósticos pudieras ser erróneos.

¿Por qué se presenta este voto vergonzoso y a favor de quien ira? Cuando observamos el discurso de Trump vemos que su discurso está orientado al americano blanco, de bajo nivel educativo y económico. Hace meses comente en otro artículo que, este voto adicionalmente es el que mayormente se ha abstenido y que geográficamente está ubicado en el centro del país.

Sin embrago el discurso de Trump les ha motivado, pues aunque son mayoría, comienzan a verse como minoría y ven que muchas minorías (hispanos, negros, LGTBI, entre otros) ejercen presión y obtiene beneficios y, esos beneficios para las minorías son disminuciones en los beneficios de los blancos. Es un planteamiento parecido al que hicieron los ingleses que estaban a favor del Brexit. Salir de la Unión Europea, hará que los ingleses recuperen más beneficios. Hoy se sabe que eso no es así, pero en Gran Bretaña funcionó y Trump de alguna manera trata de exacerbar a los blancos. Allí pudiera estar el voto vergonzoso que pudiera favorecerle.

Pero hay algo a tomar en cuenta y es que esos estados del centro del país son los menos poblados, por lo cual tiene menos números de delegados al colegio electoral, quien será el que al final elegirá al presidente.

Para ilustrar un poco esto, veamos el siguiente ejemplo. California se da como seguro para Hillary Clinton y ellos representan 55 delegados. Trump tendría que ganar Oklahoma, Arkansas, Missori, Kansas, Nebraska, Colorado, Wyoming, Montana y, Idaho, para poder contrarrestar a California.

A esto hay que agregar que, Texas, históricamente republicano, esta vez pudiera inclinarse por los demócratas y Florida, vuelve a estar en el centro del huracán, y será el estado que incline la balanza.

No acostumbro a hacer predicciones, pero después de investigar, estudiar, analizar y debatir con muchos colegas, mi conclusión es que pudiéramos aplicar el viejo adagio popular de que “más vale viejo conocido, que nuevo por conocer”.

Los Estados Unidos se atrevieron a elegir un presidente de color, y ahora, en mi opinión, elegirán a la primera mujer presidente, con lo cual, el mundo estará algo más tranquilo.