En la consultoría política una de las primeras tareas que debemos hacer es estudiar con  el mayor detalle posible el entorno donde nos vamos a desenvolver y, sobre todo, definir claramente quienes serán nuestros adversarios.

Conocerlos en profundidad, determinar sus fortalezas y debilidades se vuelve fundamental, pues, de ese conocimiento se desprenden valiosos elementos para diseñar una estrategia exitosa.

Otro de los elementos en función del estudio que hacemos, es un plan estratégico que además de incluir todas las variables posibles, nos define una hoja de ruta clara y precisa con la cual avanzaremos en la consecución de nuestros objetivos.

Por supuesto que puede haber imponderables, pero, si la estrategia está bien concebida y el plan bien estructurado muchos de esos imponderables podrán ser sorteados con éxito y hasta convertirlos en ventajas para nuestro proyecto.

Ésta introducción no es más que el A,B,C de cualquier campaña electoral, y lo comento para entrar en el tema más reciente que está viviendo Venezuela.

Durante años, emplee muchas horas para ver y escuchar las larguísimas intervenciones del fallecido presidente Hugo Chávez. Solo si lo escuchaba con atención podría irme adentrando en su esquema de pensamiento y acción, y así entender hacia a donde se dirigía.

Recuerdo que en el 2008 fui entrevistado por un medio de comunicación venezolano que tituló “La oposición está totalmente disociada del electorado”. Por supuesto me llovieron muchísimas críticas de amigos y de algunos dirigentes de oposición, pues no solo el titular era muy fuerte, sino que a lo largo de la entrevista detalle el porqué de mi afirmación.

Sin embargo, días después en cadena nacional, el entonces presidente Chávez, periódico en mano, comento que le recomendaba a la oposición y a sus propios partidarios leer esa entrevista, pues según el presidente Chávez: “Este señor está claro en lo que yo estoy haciendo y hacia a donde voy, y ni siquiera ustedes que se supone que apoyan este proceso, a veces me entienden”

Comento la anécdota pues el régimen de Maduro ha venido actuando cada vez más alejado de los principios democráticos y pareciera que la MUD (Mesa de la Unidad Democrática, que agrupa a 35 partidos de oposición) nunca se preparó para éste actuar del régimen totalitario.

El objetivo central de Maduro y sus acólitos es muy simple, mantenerse en el poder a toda costa, a cualquier costo y por el máximo tiempo posible. Punto. No hay otro y, si para ello tiene que pisotear los principios democráticos y el respeto a los derechos humanos lo hacen sin ningún tapujo pues, están muy claros en que, una vez sean desalojados del poder tendrán que responder ante la justicia nacional e internacional por los innumerables delitos que han cometido.

El deterioro de la calidad de vida del venezolano es cada vez peor, las arbitrariedades del régimen son más frecuentes y los días pasan y pareciera que no hay alternativas para salir de la pesadilla.

En febrero de 2014 estuvo muy cerca el fin a ésta agonía, cuando un pequeño grupo de dirigentes de oposición propuso #LaSalida. Allí sin duda con los estudiantes a la cabeza, salieron a las calles a protestar y el país estuvo a pasos de una anarquía total que hubiese terminado por provocar la caída del régimen. Pero ¿Por qué no se concretó ese objetivo?

Hubo múltiples causas, pero solo nombrare las principales. Por un lado el régimen fiel a su único objetivo de mantenerse en el poder a cualquier costo y a toda costa, reprimió con brutalidad las protestas, recordemos los 43 muertos, la gran mayoría, asesinados por un solo disparo y en la cabeza; detuvieron y torturaron a centenares de manifestantes y, al día de hoy aún hay 140 “presos políticos”. Su objetivo, era utilizar el sentimiento más poderoso que existe, el miedo.

Este sentimiento es más poderoso como el amor, y lleva a que los humanos hagamos cosas impensables, pues pone en altísimo riesgo la esencia misma del ser humano, la vida. Si bien la calidad de vida del venezolano en ese momento ya comenzaba a ser precaria, ante la arremetida despiadada del régimen estar vivos se volvió más importante que las lamentables condiciones en las que se vivía.

Así que, infringir terror y miedo, fue el arma más poderosa que el régimen tenía a su disposición y, la usaron sin titubeos.

Paralelamente, la oposición que jamás a estado el 100% unida, en esta ocasión esas diferencias se acrecentaron y muchos dirigentes jugaron al fracaso de #LaSalida, enviado mensajes contradictorios a la población, llegando al extremo de ofrecer dinero a los estudiantes que estaban protestando para que se retiraran de las calles.

¿Por qué algunos “importantes” dirigentes de la MUD actuaron así? Sencillamente por un tema de egos. Quienes plantearon #LaSalida, supieron interpretar lo que la gente estaba sintiendo y propusieron una idea que tuvo amplia acogida popular. Eso significaba que estos dirigentes, comenzarían a sumar voluntades para sus planteamientos y sobre todo sus liderazgos serian ampliamente fortalecidos, y los dirigentes que no estuvieron con #LaSalida, sencillamente pasarían a un segundo plano. Así que, los egos, los malditos egos, se impusieron y contribuyeron en la desactivación de las protestas.

Se puede estar o no de acuerdo con lo anterior, pero quien escribe, está absolutamente convencido de que así sucedieron las cosas en ese entonces, pues tuve el acceso a muchos testimonios de estudiantes que estaban en la calles, por lo cual asumo la total responsabilidad de lo que aquí escribo.

Pasemos ahora al 6 de diciembre del 2015.

Es indiscutible que la oposición obtuvo un rotundo éxito en esas elecciones parlamentarias, lo que catapultó las esperanzas de muchos venezolanos de que era posible terminar de manera rápida con la pesadilla que se estaba viviendo.

Pero aquí viene el primer error de la MUD, al no interpretar de manera correcta los resultados de esa elección. La gente no votó por individualidades, ni siquiera voto por la los candidatos de la MUD. La gente votó contra el régimen. Le envió un mensaje claro y fuerte al régimen, diciéndole, hasta aquí llegaron, ya basta. Pero también le enviaron un mensaje muy poderoso a la MUD. Queremos cambios ya y, allí tienen las herramientas para hacerlo realidad.

Sin embargo, la MUD no lo entendió y, desde el primer momento quedo claro que había una división en el liderazgo de la MUD, o mejor dicho, no había un liderazgo capaz de unificar criterios y acciones, para cumplir el mandato que les acababan de dar.

Veamos algunos ejemplos de ello. La primera ley que discutieron y aprobaron fue la relacionada con los títulos de propiedad de las viviendas de la Misión Vivienda. ¿Era importante? Sí. Pero, una de las grandes banderas de esa campaña fue la Ley de Amnistía para los presos políticos, entonces ¿por qué no fue la primera ley a discutir? Nuevamente caemos en los egos; pues un dirigente de oposición que aspiraba a presidir la Asamblea Nacional, acepta no presidirla, a cambio de que se discutiera la ley que él había promovido en campaña. Egos, malditos egos.

Ante la pérdida tremenda que sufre Maduro y sus acólitos en esas elecciones y antes de finalizar el periodo de la Asamblea Nacional saliente, de manera inconstitucional y totalmente arbitraria nombra a nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

No hay que ser ningún genio para entender qué buscaba el régimen con esa jugarreta. Estaba claro que si la oposición tenía las dos terceras partes de la Asamblea Nacional podría hacer muchos cambios que afectarían gravemente la capacidad de acción del régimen, por lo cual se blinda nombrando nuevos magistrados en el TSJ y desde allí, no solo bloquean la Asamblea Nacional, sino que la limitan y minimizan tal como lo han hecho reiteradamente.

Recordemos una de las publicaciones de un partido de oposición ofreciendo que ganando la Asamblea Nacional tendríamos un TSJ dedicado a la justicia y no a la política; un Consejo Nacional Electoral (CNE) imparcial; elecciones justas y limpias; se detendría la inseguridad, las muertes y robos; se bajaría la inflación y el alto costo de la vida; desarmarían a los grupos armados; acabarían con la escasez; devolvería los poderes a los alcaldes y gobernadores; rescatarían la libertad de expresión y la prensa libre; devolverían la soberanía al pueblo; entre otras. Está claro que prometían por prometer, pues muchas de esas ofertas sencillamente no son potestad de la Asamblea Nacional, pero lo peor es que las que sí lo son, a nueve meses de mandato, no las han cumplido.

El irrespeto a la Asamblea Nacional por parte del régimen ha llegado a niveles tales que, ahora además de no entregarles los recursos, ahora les cortan el servicio eléctrico.

Entonces la pregunta es ¿Qué es más grave, el irrespeto por parte del régimen, o que una mayoría clara, con un mandato popular claro, actué como minoría y se deje irrespetar?

Es evidente que los diputados de oposición y sus dirigentes les han tocado dar la pelea en condiciones muy difíciles, tanto que, en ocasiones su integridad física ha estado en peligro. Pero también me queda claro que, si no dimensionaban o no sabían a lo que se iban a enfrentar, no debieron acercarse al fuego, quitándole espacio a quienes posiblemente tuvieran mayor disposición para jugársela por los ciudadanos y la Constitución.

Es claro que hay una ruptura del hilo democrático; pero, no se comprende por qué esa mayoría parlamentaria no ejerce su mayoría. Por ejemplo, ¿Por qué cuando el TSJ les bloquea una ley, no emiten un decreto legislativo? Evidentemente esto ahondaría aún más el conflicto de poderes; pero, así nos quitamos todos las caretas y vamos hacia adelante, y sería una manera de demostrarle al mundo la precariedad del sistema democrático venezolano, y seguramente el apoyo internacional sería mucho mayor y eficaz.

Cuando se instaló la nueva Asamblea Nacional, la oferta principal que se hizo fue que en seis meses, se encontraría la salida constitucional, electoral y democrática para ponerle fin al régimen de Maduro. Bueno ya vamos por nueve meses y aun no hay parto. ¿Por qué teniendo tantas herramientas en las manos no las usan? Es una de las preguntas que me atormentan cada vez que veo más y más muertes por la delincuencia, por la falta de medicamentos y alimentos; cuando veo las imágenes de gente buscando algo para comer en la basura, cuando veo recién nacidos en cajas de cartón.

Ahora, el CNE de manera descara arbitraria e inconstitucional condiciona e impone unas nuevas reglas para la realización del Referéndum Revocatorio, una de las tantas alternativas para poner fin a la pesadilla que día a día viven los venezolanos. Antes esta barbaridad, la MUD dice que responderá al día siguiente. Pero al día siguiente dicen que lo harán 4 días después. ¿Cómo? ¿Cuatro días después?

A ver, no había que ser genio para tener claro que el régimen no permitirá un Referéndum Revocatorio (RR), pues es 99% seguro que lo perderán y tendrán que salir del poder; lo cual los expone a tener que enfrentar la justicia nacional e internacional. Así que, si bien la MUD escogió esa opción que a todas luces era inviable, pero que muchísimos de manera disciplinada (para contribuir con la “unidad”) acatamos, ahora nos pide cuatro días para tomar una decisión deja al descubierto varias debilidades de la MUD.

Primero, o no conocen a su adversario o lo conocen muy bien y prefieren seguir corriendo la arruga, a ver si por desgaste natural el régimen cae. Lo digo, pues si sabemos que es inviable el RR, ¿Por qué nos metieron en ese callejón sin salida? Nuevamente los egos salen a relucir. Quien más frenéticamente ha propulsado el RR, fue quien el pasado se opuso a la #LaSalida. Y ¿Por qué lo hace ahora? Pues porque sencillamente su nivel de popularidad había bajado y, a través de ésta oferta era una manera de recuperar sintonía con la población, y les vende una ilusión de que, por esa vía se puede salir del régimen. Los egos, los malditos egos, vuelven a florar.

Segundo, pedir 4 días para tomar una decisión, pone en evidencia que tampoco tienen un plan “B”. Es decir, no solo desconocen cómo es su adversario y como actúa, sino que no estaban preparados para un revés que era más que previsible; no era un imponderable, era una realidad que se presentaría en el momento que tuviera que presentarse, y al no tener un plan B, pues sencillamente los agarraron con los pantalones abajo.

Tercera. Pedir cuatros días, muestra las profundas divisiones que hay dentro de la MUD, y que además no tienen la capacidad de poner sus egos y aspiraciones personales a un lado y enfocarse en que la causa es Venezuela; la causa es cada uno de los millones de venezolanos que cada día viven peor, que la causa son los presos políticos, los exiliados y los desplazados. Si los desplazados somos aquellos venezolanos que por una u otra razón nos tuvimos que irnos del país, pero que llevamos a Venezuela entre pecho y espalda y todos los días sufrimos los rigores de ser inmigrantes y sobre todo sufrimos al ver a nuestros amigos, familiares y compatriotas que están en Venezuela y que viven una vida cada vez más paupérrima.

Cuarta, solicitar cuatros días  para consultar a la sociedad civil es una muestra de que han estado desconectados de ella, y que ahora, cuando el agua les ha llegado a la nariz, recurren a ella como tabla de salvación. Lamentablemente ni siquiera lo hacen sinceramente, pues son muy pocos los grupos que han consultados y de esos pocos, todos están ligados o tienen relación con los famosos partidos del G4. (El G4 fue un invento de la MUD, para en vez de lidiar con 35 partidos, se entienden entre solamente 4 de ellos).

Señores de la MUD, parece que es hora de agradecerles infinitamente los servicios prestados a los venezolanos (invaluables algunos) y de pedirles de la menara más respetuosa, pero firme, que den un paso al lado, y permitan que nazca una nueva organización que además de integrar a la sociedad civil organizada, dejen sus egos fuera de la lucha y se enfoquen en la única causa posible e importante, Venezuela.

Por ellos, les propongo lo siguiente:

1. Constituir de manera urgente una Caja de Resonancia Internacional. Para ello, hay millares de exiliados y desplazados dispuestos a hacer aporte para que los distintos estamentos de poder, (tomadores de decisión, medios de comunicación) puedan tener claridad y sobre todo, entender lo que pasa en Venezuela y lo puedan difundir. Ésta labor es fundamental si se quiere aumentar el respaldo internacional para la lucha por el regreso a la democracia.
2. Den un paso al lado y permitan que se constituya una nueva organización, mucho más incluyente, que tome las opiniones de todos y no de un grupito. Muchos dirán eso ya se hizo con la Coordinadora Democrática, bueno es cierto, pero está claro que el país no es MUD y Maduros con sus acólitos. Venezuela somos todos, y todos debemos aportar.
3. Estoy claro que estar en el ojo del huracán todos los días, en medio de situaciones cada día más apremiantes, nos llevan a atender lo urgente y descuidamos lo importante. Así que hay que detenerse un momento y realizar un plan estratégico que plasme de manera clara los objetivos estratégicos para lograr la salida del régimen de Maduro y que también prevea sus distintas etapas, el plan B, C, y D de ser requerido, calendarizar todas y cada una de las acciones y sobre todo que vamos a hacer al día siguiente de la salida de Maduro. Es decir construir un Sueño de País, que hasta ahora no lo tenemos.
4. Uno de los graves errores que ha cometido la oposición venezolana en los últimos años es que hemos caído en la no delimitación de funciones y áreas de acción de cada quien. La MUD, que como sus propios dirigentes lo han reconocido, no son representantes de toda la oposición, maneja la lucha política, la vocería y la agenda parlamentaria.

Aquí hay que aplicar el dicho que reza “zapatero a sus zapatos”, lo cual no es otra que delimitar las áreas de acción de cada grupo. Los diputados deben legislar, la organización de dirección política, en conjunto con la sociedad civil, ganar la calle, y no salir de ella, con lo cual le damos respaldo popular y protección a los legisladores, pero cada uno en su área.

5. Hay varias herramientas previstas en la Constitución Nacional, por lo tanto la Asamblea Nacional debe abocarse a aplicarlas. Se ahondara aún más el conflicto entre los distintos poderes, pero es tan dramática la situación de los venezolanos, que ya no tenemos más nada que perder, así que hay que acelerar la salida de Maduro y producir los cambios que el país requiere con urgencia.
6. El régimen seguirá jugando al miedo, seguirá su camino a trocha y mocha para mantenerse en el poder, y cada día reprimirá más, pero hay que enfrentarlo de manera decidida, con inteligencia, creatividad, ingenio, sin exponer la vida de nadie, pero en la calle (que el régimen ya perdió) donde encontraremos el triunfo. Pero eso implica que quienes deseen liderar este proceso de cambios, tendrá que dar el ejemplo, deberá estar en primera fila y no me queda la menor duda de que contarán con millones de personas respaldándolos, pues se pondrán a su lado.
7. Por último, y las más importante de todas. Fuera los egos, los malditos egos. Es demasiado el daño que estos le han hecho al país, pues cuando se anteponen los egos y los intereses personales, a la causa de Venezuela, se le está haciendo un flaco servicio a la democracia, a la lucha por esta, y lo peor, le vamos dando más oxígeno al régimen.

Señores de la MUD, he querido ser muy respetuoso con ustedes. Reconozco la lucha gallarda que han dado pero, es evidente que muchos de sus dirigentes han estado jugando sus “propio” juego, con lo cual la causa de Venezuela la han dejado de lado y esto ha sido nefasto para el país su gente.

Así que por favor, den un paso al lado y permitan que una nueva generación asuma el liderazgo colectivo, no individualidades, y que con una sola consigan #LaCausaEsVenezuela, recojan las banderas y pongan fin a esta pesadilla.

Soy, Orlando Goncalves y asumo toda la responsabilidad por lo aquí expuesto, y lo hago pues, de no hacerlo, estaría traicionando mis propios principios y llevo demasiado tiempo callando en aras de la Unidad, y como soy profundamente creyente que el debate sincero y respetuoso enriquece y enaltece, resolví poner estas palabras a para su consideración y sobre todo reflexión.