El que mucho promete, poco cumplirá. Así reza el viejo adagio popular y tiene mucha razón.
Muchas campañas electorales, caen en el error de prometer y prometer, pensando que así le están llegando a todo el electorado, cuando eso además de inútil, termina siendo contraproducente, justamente porque una muy amplia oferta de propuestas, tiene baja credibilidad para los electores.
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