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COLUMNISTAS 17/08/2017 – 12:02 a.m. jueves 17 de agosto de 2017
GUATEMALA, ¿BANANA REPUBLIC?*
Guatemala no es Banana Republic , Guatemala es el corazón vibrante de Centroamérica, es un gran país.
Su historia empañada por golpes militares, un Conflicto Armado Interno de 36 años, que finalizó en diciembre de 1996, con la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca.
El conflicto dejó profundas heridas y un saldo, según el Informe de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI) y el Programa Nacional de Resarcimiento (PNR), de cerca de doscientos mil muertos, cuarenta y cinco mil desaparecidos, y cerca de cien mil desplazados, la mayoría emigró a México, Honduras y Estados Unidos.
Lamentablemente, esas heridas aún están abiertas, pues, si bien se firmaron los Acuerdos de Paz, la construcción de esta, sigue siendo una deuda pendiente.
Conozco Guatemala desde inicio del siglo XXI, al estudiarla y conversar con variados actores políticos, empresariales, gremiales y sociales, comprendí que estaban dadas todas las condiciones para que se generara un estallido social y apareciera un Chávez. Pero, pequeño detalle, no ha surgido ese Chávez. En reciente visita, evidencio que las condiciones siguen siendo muy similares, lo que significa que no ha surgido un Chávez (afortunadamente), pero, tampoco un anti-Chávez que solucione los problemas a las nuevas generaciones.
En esta ocasión, encuentro un país muy convulsionado. Coincide con mi visita la presencia, en misión, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), su informe refleja y fortalece mi apreciación. Entre otras cosas, la CIDH dice: ‘…, se mantiene una economía basada en la concentración del poder económico en pocas manos y una estructura estatal débil con pocos recursos por la escasa recaudación fiscal y los altos niveles de corrupción, …, persistencia de estructuras de poder paralelas que obstaculizan la lucha contra la impunidad y la corrupción, así como el fortalecimiento del Estado de derecho’.
Sumado a todo eso, noté debilidad en la figura del Ejecutivo, con un liderazgo menguado, casi inexistente del presidente Jimmy Morales. Recordemos que, con la destitución del presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidente Baldetti, el país apostó por una cara nueva, que no estaba ligada a la política y eligieron a un humorista.
Ante estas debilidades, se conformó una secretaría técnica integrada por: PDH, MP, CICIG, y la ONU, para iniciar el estudio y debate de reformas constitucionales en el marco de un Diálogo Nacional de Justicia. Temas como la jurisdicción indígena, nuevo modelo de integración de la Corte de Constitucionalidad y la elección del fiscal general, son solo algunos de los temas incluidos en la propuesta original.
Se percibe que estas propuestas han generado en un ambiente muy polarizado, dividiendo al país entre quienes están a favor y en contra de las reformas. El debate parlamentario y las manifestaciones ciudadanas hacen que algunas de las reformas originales hayan sido modificadas, pero, la tensión continúa.
Adicionalmente, la Superintendencia de Administración Tributaria y la Cicig han emprendido una guerra a las mafias y a los evasores fiscales, llevando a la cárcel a muchos personajes que otrora eran intocables.
Mientras tanto, Guatemala sigue siendo de los países más desiguales del continente, con altos niveles de pobreza, impunidad y corrupción. Los medios pareciera que toman partido y en ocasiones asumen posiciones de la antipolítica, lo cual es enormemente peligroso (si no, pregúntenle a los venezolanos).
Estoy convencido de que Guatemala cuenta con todos los recursos para ser un próspero país. Tiene lo más importante, su gente, con mucho talento, amantes de su tierra, cultura e historia. Quizá los medios, sin dejar de cumplir su rol, deberían ayudar a buscar los puntos de encuentro y coincidencias para que, entre todos los guatemaltecos, superen el difícil momento que enfrentan.
Mi preocupación inicial aminoró el último día de mi visita, cuando tuve la oportunidad de interactuar con varios jóvenes y, escucharles hablar con pasión, claridad y, sobre todo, con el deseo de aportar soluciones, me hizo entender que los chapines son gente extraordinaria y que saldrán de esta fortalecidos. Guatemala no es Banana Republic , Guatemala es el corazón vibrante de Centroamérica, es un gran país.
ANALISTA INTERNACIONAL; EN TWITTER: @ORLANDOGONCAL.
*‘BANANA REPUBLIC’: TÉRMINO ACUÑADO POR EL ESCRITOR ESTADOUNIDENSE WILLIAM SYDNEY PORTER, ALIAS O. HENRY, EN 1904 EN EL CUENTO ‘EL ALMIRANTE’. ‘REPÚBLICA BANANERA’ ES UN TÉRMINO PEYORATIVO QUE SE HA UTILIZADO DESDE ENTONCES PARA DESCRIBIR UN PAÍS QUE ES CONSIDERADO POLÍTICAMENTE INESTABLE, EMPOBRECIDO Y ATRASADO.