Del storytelling al storydoing.
Por: @OrlandoGoncal
La semana pasada escribimos sobre el contexto, y del cómo en ocasiones los candidatos al hacer una errónea lectura del contexto tienden a confundir deseos con realidades, lo que los puede llevar al fracaso en su proyecto político.
Ahora bien, cuando se tiene un preciso análisis del contexto, entonces se cuenta con los insumos que permiten hacer aportes importantes a la estrategia y a la construcción del mensaje para que esté en sintonía con los electores.
Últimamente se ha adoptado el término americano storytelling, la traducción literal es, -cuentacuentos-, pero, básicamente es la técnica o el arte de contar una historia. Fundamentalmente lo que se hace es traducir la información técnica, de cifras y estadísticas a lenguaje sencillo pensando y poniendo al elector como sujeto de la historia, construir un relato fácil de contar, de manera tal que se genere una conexión emocional entre los electores y el candidato, quien es el complemento de la historia.
Si quisiéramos simplificar al extremo, podríamos decir que el “cómo” se va a transmitir el mensaje, la narrativa o relato pesa casi tanto o más como el “qué” decir, por lo tanto, para mantener la comunicación fluida entre el candidato y el elector, esta narrativa debe ser bien analizada y diseñada para que produzca esa conexión emocional que se quiere lograr entre ellos.
Como nada es estático y, por supuesto, la comunicación política también evoluciona. El storytelling evoluciona al storydoing. Con esta transformación no se busca exclusivamente contar una historia, ahora se trata de que, si el elector es el sujeto del mensaje, pues ahora además se le involucra proponiéndole que viva la experiencia, llevándolo a que logre visualizar ese futuro, esa esperanza que le ofrece un candidato a través del relato.
Con ello se busca generar en el interior de cada elector sentimientos positivos, de manera empática, que además de conectarle de manera más íntima con el candidato, logre generar una relación elector/candidato más sólida.
Hay que partir del hecho de que el elector es cada vez más exigente, pues ya no se conforma con una bonita historia; ahí es donde el storydoing tiene una gran oportunidad para cambiar la relación elector/candidato, pues el elector ha dejado de ser un simple espectador pasivo y se ha transformado en un protagonista activo.
Si bien el storytelling se ha convertido en una de las herramientas más utilizadas en la comunicación política, también con la publicidad y marketing político se busca conectar con el elector a través de una historia, permitiendo entonces al storydoing pasar a los hechos, invitando al elector a que viva y sienta una experiencia que le permita, como ya se dijo, visualizar ese futuro esperanzador para él y su familia.
El relato va un paso más allá, la historia que se cuenta tiene que formar parte del mundo real, para que los electores puedan experimentar y sentir el mensaje que se les está transmitiendo. Esto no se trata solo de contar historias bonitas, de dibujar sueños o castillos en el aire, se trata de que el mensaje, por una parte, sea lo suficientemente poderoso para generar conexión, por la otra, sea lo suficientemente impactante y capaz de llamar la atención, pero lo más importante, el elector debe sentirse protagonista de esa historia, de esa realidad que puede palpar.
Una campaña de storydoing debe contar con una buena historia, la que deberá terminar por convertirse en una experiencia; experiencia que a su vez deberá incidir en la decisión del elector a la hora de votar, y, para lograrlo hay que tener claridad en el objetivo, en las posibles reacciones, en los elementos como los canales y técnicas adecuadas para distribuir el mensaje y por supuesto, el storytelling que sea la historia que permita inducir al elector a tal grado de experiencias y sentimientos que le lleven a tomar la decisión que busca la campaña.
Establecer desde mucho antes de la campaña factores diferenciadores de un candidato sobre los otros, no es solo cuestión de técnica, de publicidad, o marketing, de storytelling, o storydoing, es la construcción de un liderazgo, de una identidad, basada en principios, valores, hechos y realidades que sean tangibles por el elector. Es el desarrollo de toda una carrera que toma tiempo, esfuerzo, sacrificio, dedicación y sobre todo, coherencia, estrategia y empatía.
Las elecciones no se ganan en la campaña -bueno algunas si- se ganan mucho antes, con preparación, investigación, estudio, mucho trabajo, algo de recursos, grandes equipos comprometidos con la causa y el proyecto, y sobre todo, con altas dosis de Ubicatex de 500 mg, es decir, constantemente conectados con la realidad del día a día de los electores.