Controla la agenda, controlas la elección.
Por: @OrlandoGoncal
En política, bien sea en el ejercicio del gobierno o en campaña electoral, mantener el control de la agenda mediática genera resultados para quienes logran el dominio.
Veamos el reciente caso de México, donde el pasado domingo hubo elecciones en seis estados.
Las encuestas serias y de calidad decían que el partido del presidente López Obrador, Morena, era favorito en cuatro de los seis estados; la coalición Va por México, conformada por partidos de oposición, (Acción Nacional -PAN-, el Revolucionario Institucional -PRI-, y el de la Revolución Democrática -PRD-), lo era en uno. Y, había incertidumbre con Durango. Al fin de la jornada electoral, se confirman los resultados y Morena gana en cuatro estados y la alianza opositora gana dos.
Con el resultado de las elecciones, Morena gobernará 21 de las 32 entidades del país; un estado más está bajo un partido aliado, y los 10 estados restantes están divididos: cinco son del PAN, tres del PRI y dos de Movimiento Ciudadano.
En cuatro años Morena y sus aliados le arrebataron a la oposición del PAN, PRI y PRD las gubernaturas de 21 estados, por lo que el partido del presidente López Obrador administrará cerca del 57% del presupuesto total que tienen todas las entidades, y gobernará a 56% de los electores, así como el 65% del territorio nacional.
Surge entonces la inquietud, si la esencia de su Cuarta Transformación es el combate a la corrupción y la pobreza, pero, según el Inegi – Instituto Nacional de Estadística y Geografía- no solo no se ha reducido, sino que ha aumentado tanto en número de casos como en su importe. Si los grandes mega proyectos que se planteó hacer no muestran avances significativos. Si el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social -Coneval-, ha señalado que el número de mexicanos en situación de pobreza pasó de 51.9 a 55.7 millones. Si en lo general no ha habido avances significativos en la mejora de la calidad de vida de los mexicanos, entonces ¿Cómo explicar el éxito electoral del partido del presidente López Obrador?
Las razones de ese éxito electoral son múltiples, pero por razones de espacio solo mencionaremos algunas.
- Controla la agenda, controlas la elección.
Durante 40 meses el presidente López Obrador ha logrado controlar la agenda mediática del país; lo que quiere decir que ha conseguido poner los temas de la discusión pública, con lo cual, de lo que se habla en los medios, en las redes sociales, y, fundamentalmente, en el comedor de millones de hogares, es sobre los temas que él a través de las mañaneras -conferencias de prensa matutinas y diarias- coloca en la agenda.
- Que hablen, aunque sea mal.
Con el punto anterior, el presidente López Obrador logra poner a buena parte de la oposición a rebatirle sus argumentos, pero la gran diferencia está en el “cómo” se plantea la discusión. El presidente coloca el tema con palabras sencillas, mensajes simples que son entendibles por la mayoría de la población, mientras la oposición se centra muchas veces en criticar al presidente o en atacar el planteamiento con argumentos políticos, jurídicos, ambientales o económicos -muchas veces sólidos- pero de difícil comprensión para un gran segmento de la población.
- Incentiva el rencor
El presidente López Obrador logró ganar la elección en 2018, entre otras cosas, porque consiguió no solo entender y tener una clara lectura del hartazgo de los ciudadanos con la clase dirigente del país, sino porque, adicionalmente, se irguió como el defensor del pueblo contra los abusos de las élites, erigiéndose como el héroe de los ciudadanos más desfavorecidos. Bajo ese esquema a lo largo de 40 meses mantiene la retórica de ricos contra pobres, conservadores contra progresistas, pragmáticos contra humanistas, los de siempre contra “los que estamos al lado del pueblo”, con lo cual pasó a ser el héroe vengador del pueblo.
Si la oposición mexicana desea recuperar espacios deberá comenzar por hacer un mea culpa, entendiendo que los partidos tradicionales y sus líderes, dejaron de ser los articuladores y enlaces entre los ciudadanos y el Estado. Como también deben comprender que no se debe atacar al héroe, sino al resultado de sus políticas. Por último, el presidente López Obrador planteo a México un sueño de país, al que llamó la 4T. La oposición, más allá de aliarse electoralmente, debe construir un sueño de país, donde quepan todos los mexicanos, y transmitir a los ciudadanos que su unión no es meramente electoral, brindando la oportunidad de contrastar ambas visiones.