Campañas desenfocadas
Por: @OrlandoGoncal
Las campañas electorales tratan sobre los electores, no sobre los candidatos. Apuntan directamente a los sueños, anhelos, angustias y necesidades de los ciudadanos, y del cómo un candidato dará respuestas a esas necesidades.
Sin embargo, a 11 semanas de la primera vuelta presidencial en Colombia, las principales campañas lucen desenfocadas, sin una estructura de campaña sólida. Y más grave aún, no hay disciplina. En algunos casos se hace evidente en integrantes importantes de las campañas, y en ocasiones, son los propios candidatos los desenfocados.
Basta con leer las publicaciones en redes sociales de los candidatos y principales dirigentes de las distintas campañas, para entender que la disciplina y la estrategia no están presentes, que su foco esta en contestar o pelear con otros candidatos, olvidándose de los ciudadanos.
Si la elección fuera para dentro de un año podría entenderse este desenfoque, pero estando a pocas semanas de la contienda, es un desperdicio del tiempo; uno de los recursos más importantes de cualquier campaña, siendo este, además, un recurso no renovable.
Si los conceptos centrales de una campaña moderna no están claros, los objetivos no son bien definidos, y además, las estructuras de los equipos son débiles, no hay disciplina en el mensaje, y no se cuenta con una dirección que este tomando decisiones y resolviendo los ajustes inmediatos o eventuales en la campaña, se está permitiendo así que los acontecimientos del día a día sin planificación sean la prioridad, entonces hay problemas serios. En consecuencia, pasarán a segunda vuelta los que menos errores y equivocaciones cometan. Esto no solo limita las opciones de los ciudadanos, también es posible que se presenten hechos no favorables a la democracia.
El primero, como ya dijimos, pasarán a segunda vuelta, quienes menos errores cometan. Segundo, de seguir las campañas de la manera como hasta ahora, existe la posibilidad de que la abstención aumente. Tercero, la tendencia de muchos electores será votar contra un candidato, no a favor de propuestas o proyectos que llamen su tención, porque las considere beneficiosas para él y su familia.
Las campañas requieren ser visualizadas como una mesa de cuatro patas, y cada pata es uno de los pilares de la misma. Existen mesas con tres patas, pero sin dudas su estabilidad será menor que una de cuatro. Entonces, ¿puede una campaña funcionar con tres pilares? Sin dudas que lo puede hacer, pero siempre tendrá una debilidad y teniendo un tiempo tan reducido, es un peligro constante.
En nuestra concepción esos pilares, desde los cuales se desprenden muchas otras unidades son: el financiamiento, la logística, la estrategia y el mensaje, y, por su puesto el candidato o candidata.
El financiamiento, es fundamental en una campaña. Esto no quiere decir que quien más recursos tenga sea el que gane, pero, la realidad es que una campaña sin recursos tiene una alta probabilidad de perder; al igual que una campaña con muchos recursos, si no tiene una planificación, con objetivos claros, sencillamente derrochará esos recursos, siendo factible que no alcance los objetivos propuestos.
La logística, se refiere a la operación diaria de la campaña, y esta responde a una detallada planificación. No basta que se tenga todo el personal y los recursos requeridos, si la campaña no ha sido planificada en función de los objetivos, sencillamente se está desperdiciando los recursos -humanos, logísticos y económico-.
La estrategia y el mensaje, son la parte medular de cualquier campaña. Se podrá tener todos recursos necesarios, la mejor operación logística y hasta el mejor candidato o candidata, pero si no hay una estrategia y un mensaje claro, alineados con los objetivos estratégicos -previamente definidos-, esa campaña pudiera zozobrar.
Hasta ahora, todas las campañas tienen candidato con sus fórmulas vicepresidenciales. Haciendo un paréntesis, desde el punto de vista electoral, la escogencia de un compañero de fórmula tiene que estar enfocado a que ese coequipero traiga a la campaña votos de un segmento donde el candidato no logre llegar, o traiga financiamiento y, en el caso ideal, las dos cosas.
Cuando se analizan las tres principales campañas, -Gustavo Petro, Sergio Fajardo y Federico Gutiérrez- las dos primeras escogieron fórmulas que están en su mismo círculo, por lo cual la posibilidad de atraer votos de otros targets puede ser limitada, sin embargo, la escogencia de Gutiérrez, – Rodrigo Lara Sánchez- apunta a atraer votos de otros targets donde a Gutiérrez le será más difícil llegar, por lo cual, esa escogencia quizás sea la que más beneficios le pueda traer a esa campaña.
En conclusión, las campañas deben dar un giro y enfocarse en lo realmente importante, y lo fundamental que es la gente. Deben evitar a toda costa que, lo urgente mate a lo estratégico, y además si las campañas siguen desenfocadas, serán sonsas e insípidas, y eso baja el entusiasmo del ciudadano, incentiva la abstención y afectará a la democracia colombiana.
Imagen: https://forbes.co/