En Colombia, todo quedó en abierto.
Por: @OrlandoGoncal
Tal como está previsto Colombia celebró elecciones parlamentarias y las tres consultas que escogieron a sus candidatos presidenciales.
Quizás lo más importe a resaltar, y que pocos hablan de ello, es que esta es la cuarta elección -parlamentarias y presidenciales de 2018 y regionales 2019- desde que se celebrara la firma de los acuerdos de Paz, y que se realizan en calma, sin hechos de violencia.
Esto ha tenido un impacto positivo, pues la violencia política ha disminuido sustancialmente, y en paralelo, la abstención ha dado pasos tímidos a la baja.
Otro detalle a destacar es que desde la video columna de la semana pasada habíamos comentado que Gustavo Petro sería el ganador por amplio margen en la consulta del Pacto Histórico, que lo propio haría Federico Gutiérrez en el Equipo por Colombia, y Sergio Fajardo en el la coalición Centro Esperanza, y también comentamos que el Pacto Histórico obtendría 50% más votos que el Equipo por Colombia y el resultado final, estuvo muy cerca de ello.
También habíamos comentado que los partidos tradicionales tenían la posibilidad de retroceder electoralmente y a excepción del partido Conservador, así fue.
Vayamos primero por las consultas.
Había la expectativa de que Gustavo Petro podría sacar un número de votos significativamente mayor al que obtuvo, con lo cual habría dado un golpe de opinión publica que lo pondría ante una posibilidad real de poder ganar en primera vuelta. Sin embargo, los resultados no fueron los que ese grupo esperaba, aunque muestran un crecimiento importante con relación al proceso de consulta de 2018.
Es de hacer notar la alta votación de Francia Márquez, una mujer afro descendiente, poco conocida, sin experiencia política, defensora de los derechos humanos y el ambiente, logra colocarse de segunda en esta consulta con una apreciable votación.
Federico Gutiérrez obtiene una votación importante, fundamentalmente por el apoyo -al principio solapado y luego muy abierto- del partido Centro Democrático. Tan es así -y también lo habíamos comentado la semana pasada- que al día siguiente de la consulta Oscar Iván Zuluaga, candidato del Centro Democrático, anuncia el retiro de su candidatura y el respaldo a Gutiérrez. La posición de Zuluaga era lógica pues como habíamos dicho, después de las consultas y con el apoyo abierto de su partido a Gutiérrez, él se iría diluyendo.
La pregunta es: ¿un apoyo público tan temprano del partido de gobierno, es conveniente? Las encuestas lo dirán en poco tiempo.
Por otra parte, la coalición Centro Esperanza, fue víctima de sus propios errores y pleitos bizantinos. Sencillamente implosionaron y si bien ganó Sergio Fajardo como lo habíamos previsto, su votación fue inferior a la de Francia Márquez.
A la luz de estos resultados, todo indica que el país se vuelve a polarizar entre derecha e izquierda, mientras el centro se diluye.
Por otra parte, tal como lo dijimos, partidos como el Centro Democrático, Cambio Radical, Liberal y el partido de la U, retroceden electoralmente y sorprendentemente el partido Conservador logra un pequeño avance. Una posible explicación puede estar en que han estado de alguna manera ligados a la estructura de distintos gobiernos por más de 20 años consecutivamente, lo que les ha permitido tener una amplia cuota burocrática que seguramente les sirve como maquinaria electoral.
También habíamos mencionado que el Pacto Histórico obtendría la primera minoría en el parlamento y así sucedió.
Ahora, ¿hacia adelante que viene?
Los dos principales candidatos -Petro y Gutiérrez- deben encontrar una fórmula vice presidencial antes del 18 de marzo. Electoralmente hablando, la escogencia de un vice presidente debe estar enfocada en lo que puede aportar a la fórmula, es decir, votos o dinero, o preferiblemente, ambas cosas.
Pero no puede ser cualquier fórmula, pues si ambos quieren crecer, deben encontrar a alguien que atraiga votos de fuera de su ámbito natural, es decir del centro y de los jóvenes, que son quienes más se abstienen.
El otro elemento en juego es como serán las alianzas regionales, pues son estos líderes regionales -senadores, representantes, gobernadores y alcaldes- quienes movilizan los votos. Así que, la composición del nuevo congreso, más allá de su rol en la gobernabilidad en el futuro gobierno, juega un papel fundamental en la elección presidencial.
Indudablemente, partidos como el Liberal, Cambio Radical, Verde, hacia donde se inclinen tendrán un peso importante en la elección. Por ahora, los procesos de negociación son intensos, pero deberán ser rápidos.
Planteamos también la semana pasada que Rodolfo Hernández comenzaría a diluirse a partir del 13 de marzo al obtener solamente dos representantes en su departamento, ya que es claro que no tiene una maquinaria nacional, y eso le pasará factura. ¿A dónde irán a parar esos votos? Quizás la mayoría vaya hacia Gutiérrez, pero seguramente una porción más pequeña, llegará a Petro.
Paralelamente, ¿cómo se plantearán las estrategias de campaña? Todo indica que la tendencia es a nuevamente hiperpolarizar el país, por lo cual sin dudas las estrategias estarán enfocadas en hacer contraste. Ahora, si el contraste es negativo de Gutiérrez hacia Petro, es decir con ataques despiadados, descalificativos y estigmatizantes, esto pudiera victimizar a Petro con lo se volverse un bumerán contra Gutiérrez. Si el caso es, al contrario, es decir, Petro estigmatizando a Gutiérrez, pues quizás se victimice a este último y esto le favorezca.
En ambos casos, la democracia y los ciudadanos pierden, y la abstención podría incrementarse.
Por otra parte, si la estrategia es de contraste positivo, se estaría elevando el nivel del debate y eso podría incrementar la participación electoral.
En todo caso, seguramente desde muy temprano veremos hacia a donde se dirige la campaña, pero lo que está claro es que la posibilidad de que Gustavo Petro pudiera ganar en primera vuelta, se ha diluido y esto nos lleva a que estaremos muy seguramente en presencia de una elección en segunda vuelta.
Por ahora, las aguas están muy turbias, por lo cual habrá que esperar a que se asienten y se aclaren para poder visualizar hacia donde ira Colombia, bien sea por un cambio o por continuidad.
En todo caso, que sea lo mejor para Colombia y sus ciudadanos.
Imagen: www.semana.com