En Portugal, ganó la estabilidad.

En Portugal ganó la estabilidad.

Por: @OrlandoGoncal

Antonio Costa, el primer ministro portugués logra una contundente victoria demostrando así que el poder no necesariamente desgasta. De hecho, llega al cargo en 2015 sin haber ganado la elección, producto de lo que ellos llamaron la geringonça que traducida al español seria artilugio, pues al ser un régimen parlamentario tuvo que hacer mayoría en la Asamblea de la República con el Bloque de Izquierda -BE- y con el Partido Comunista -PCP-.

Acuerdo que funcionó hasta cuando -el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista- se separan de la coalición no aprobando el Presupuesto de 2022. Hecho que se presentó por primera vez en el año 1975, lo cual se abrió la puerta a la crisis política que desembocó en el anticipo electoral.

Desde el inicio de la campaña, basado en los resultados de amplia investigación, Costa estableció dos relatos poderosos. El primero, que irían por la mayoría absoluta, lo cual no cayó bien en el electorado, sobre todo porque aún está fresco el desastre de gobierno de José Sócrates una vez que logró la mayoría absoluta; así que, Costa, inteligentemente silenció el tema en su campaña.

El segundo relato fue responsabilizar al BE y al PCP por generar esa crisis política en plena pandemia, cuando era momento de urgente necesidad de estabilidad, certidumbre y seguridad para el país y sus ciudadanos, con lo cual indujo al voto útil e inteligente, es decir, a votar por el que tenía más posibilidades ganar y evitar que regresara el PSD, buscando así la migración de los votantes del BE y del PCP hacia el PS.

Estrategia que al final le funcionó, pues todas las encuestas daban un virtual empate técnico entre los dos principales candidatos, Costa y Rui Rio del PSD. Sin embargo, el resultado final terminó con 14% de ventaja para el PS; y bajando de 19 a 5 escaños el BE y de 10 a 6  escaños el PCP.

Por otra parte, la campaña se desarrolló básicamente entre Antonio Costa, del Partido Socialista -PS- y Rui Rio, del Partido Social Demócrata –PSD- El primer ministro Costa, siempre se presentó seguro, confiado, y señalando a sus ex socios como responsables de la crisis política, y paralelamente, recordando los malos momentos que muchos ciudadanos pasaron en el último gobierno del PSD.

Por otro lado al líder del PSD, Rui Rio, quien se trataba de enfocar en propuestas que según él eran las mejores, las que en el fondo estaban orientadas a la privatización  de las empresas del Estado, a achicar  el Estado, a la posibilidad de crear fondos privados para las pensiones, con lo cual casi que inconscientemente evocaba los malos momentos que pasaron los portugueses con todas las políticas económicas restrictivas impuestas por la Troika -la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y, el Fondo Monetario Internacional (FMI)- y ejecutadas por el PSD en el pasado.

El temor de muchos portugueses de que pudiera ganar el PSD y volver a los tiempos de la Troika, seguramente produjo lo que los consultores llamamos un “voto vergonzante” es decir, ciudadanos que tienen una cercanía ideológica o programática con algún partido o tendencia política, en este caso al BE y al PCP, pero que, al momento de responder al encuestador mantienen esa posición, sin embargo, a la hora de votar lo hacen por el que tiene posibilidad de ganar y así evitar que regrese la época de la Troika.

Está claro que esa estrategia de Costa rindió resultados, y no solo le dio el triunfo, sino que lo llevo un escalón más arriba, al lograr obtener la mayoría absoluta.

Conclusiones:

  1. La izquierda portuguesa -como en muchas partes- quiso jugar adelantado, pensando en el desgaste de 6 años de gobierno, pero es claro que lo hicieron por olfato y no por tener investigación social amplia y seria, por lo que fueron castigados por los electores.
  2. El partido Chega -Basta- de ultra derecha e Iniciativa Liberal de tendencia neo liberal, se comportaron como partidos protesta, rayando ambos en el populismo, esto les dio algunos resultados, pero, no los necesarios para gobernar; y como no gobiernan no habrá manera de saber si los ciudadanos los seguirán apoyando.
  3. Los portugueses aún tienen muy presentes a la Troika y sus efectos y, ante la posibilidad de que retornara el PSD, prefirieron “… su deseo de tener estabilidad, certidumbre y seguridad”, tal como lo señaló Costa la noche de su triunfo.
  4. La prepotencia, la sordera y el egocentrismo, generalmente son muy malos compañeros en una campaña. Rui Rio del PSD jamás lo entendió, y mantuvo un discurso que a todas luces sonaba más como cacofonía que como propuesta.
  5. La estrategia del voto útil e inteligente funciona cuando está bien fundamentado, sobre todo si los fundamentos parten de errores notorios de otros, y no es solo una petición de un candidato.
  6. Tener investigación de calidad y de manera constante permite reaccionar rápidamente y salir adelante sin perder tiempo. Eso hizo Antonio Costa, mientras que sus adversarios, quienes provocaron la caída del gobierno, tuvieron que comenzar por organizar e improvisar lo que hicieron en la campaña.
  7. Como dice un buen amigo, es claro que Antonio Costa es un gran estratega, osado, recursivo, con un optimismo desbordante. La pregunta es: ¿será un buen estadista?
  8. El poder no siempre desgasta si se gobierna bien y hay resultados positivos, estos hablaran por si solos.
  9. Cuando el relato esta soportado por hechos contundentes, verificables y cuantificables, la fuerza del relato terminará imponiéndose.
  10. Cuando un proceso de investigación es altamente profesional, y el análisis y la interpretación de esos insumos son correctos, le dan soporte a la estrategia, la blinda, y a pesar de los vaivenes de las encuestas, al final del camino, ésta dará el resultado deseado.

Foto: https://www.elconfidencial.com/

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