La indolencia del poder. video columna #64

La indolencia del poder

Por: @OrlandoGoncal

Es claro que el mundo está viviendo momentos muy complicados. La pandemia del covid-19 ha afectado de manera drástica las economías, ha generado aumentos de la pobreza y el desempleo a niveles sin precedentes, y por supuestos las sucesivas olas de contagios pareciera que cada ola es más fuerte que la anterior, generando mayor número de contagios y muertes, en menor tiempo.

En medio de todo esto, surge una vacuna, que se ha estado distribuyendo de manera inequitativa, donde los grandes laboratorios le dan total prioridad a los países más ricos, y llegando incluso a incumplir en los envíos de vacunas a los países más pobres.

Ahora, esa es una arista del problema. La más seria sin dudas, es la indolencia de varios gobiernos de la región que con sus actuaciones dejan en claro que hacen el ejercicio del poder, por el mero placer del poder, más no para la administración pulcra y eficiente del Estado y menos aún para proteger a los ciudadanos.

Se hace evidente esta situación cuando se observa que la mayoría de las medidas tomadas por muchos gobiernos de la región estuvieron enfocadas en apoyar a los grandes capitales, mientras los ciudadanos perdían sus empleos, sus ingresos, sus hogares.

Pero mayor indolencia aún era ver cómo, con la excusa de la emergencia por la pandemia, comenzaron a gobernar por decretos y así evadían todos los controles administrativos y fiscales de los entes que debían ejercer la vigilancia de la ejecución presupuestaria del ejecutivo.

Como si no fuera poco lo anterior, entonces, ante la falta de control, vinieron los gastos superfluos o peor aún, los contratos para favorecer a los amigos y financistas de la campaña, y quizás la más grave indolencia, la prepotencia con la que actúan algunos gobernantes, imponiendo sus criterios, por el simple hecho de que son sus criterios, sin importar si ellos son errados o hasta inconstitucionales. Veamos algunos ejemplos.

En México, uno de los países más afectados por la pandemia y con un pésimo manejo de la misma por parte de su gobierno, el presidente López Obrador insiste avanzar con la construcción de una refinería que todos los expertos le han dicho que es inviable, al igual que el famoso tren maya o la construcción de un aeropuerto dentro de una base militar que también los expertos le han dicho que no será funcional. Más grave todavía, el distribuir las vacunas con criterio político electoral, enviándolas a los sitios donde puede obtener mayor rentabilidad política, aunque son áreas rurales con baja probabilidad de contagio.

Para todos es conocido el desastre de la pandemia en Brasil, por el pésimo manejo que sobre ella ha tenido el presidente Bolsonaro. Ante la gravedad del caso, algunos gobernadores y alcaldes han tomado medidas para limitar la circulación de personas en las calles imponiendo toques de queda, entre otras medidas.

Bueno el presidente Bolsonaro amenaza públicamente a estos gobernadores y alcaldes, con enviarles al ejército para romper esos toques de queda, o sea más importe es su voluntad que ocuparse de haya oxígeno y medicinas para atender a la población.

Otro caso es el de Colombia. Apenas comenzado la pandemia el presidente Duque hace la compra de 23 camionetas blindadas, gasta millones en contratos para mejorar su imagen en las redes sociales, en mejorar la imagen de la vice presidenta, crea un noticiero propio del gobierno, con una inversión millonaria y se dispone a comprar de 24 aviones nuevos de combate, de última generación, por más de 4.500 millones de dólares.

En medio de este panorama, ahora el gobierno del presidente Duque declara que se están quedando sin dinero y por ello requieren con urgencia la aprobación de una reforma tributaria que extiende el IVA a productos básicos, a la gasolina, a los servicios públicos, al internet, propone además crear peajes en las ciudades, y a los servicios funerarios. Insólito, impuestos a la muerte.

Sin embargo, todo lo que sea material de guerra, está exento de IVA y como si fuera poco, harán recortes a la salud, educación, ciencia, tecnología, el área militar no sufrirá recortes. Por ejemplo, solo los nuevos aviones de combate que pretenden comprar se llevan casi el 70% de los $6.500 millones de dólares que pretende obtener el gobierno con la reforma tributaria.

Todo esto en medio de la tercera ola del covid-19 que ha provocado loas cifras más altas de contagios y muertes desde que se inició la pandemia.

Cuando observamos tanta indolencia de los gobernantes valdría la pena preguntarse ¿cómo es posible? La respuesta es aterradoramente simple, fueron electos por los ciudadanos de sus países.

Queda entonces la reflexión de que los ciudadanos deben participar más en la toma de decisiones, involucrarse, hacer contraloría social, estar más al pendiente de lo que hacen sus gobernantes, pues, aunque al ciudadano no le guste la política, esta incidirá de manera directa sobre su vida, cada vez que un gobernante o parlamentario, tome una decisión.

Foto: https://lasoga.org/

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