El candidato es el mensaje

El candidato es el mensaje

Por: @nuevagemela

La contienda electoral es ante todo una “guerra de comunicación”. Cientos de vallas, pasacalles, spots, mensajes, entrevistas, debates… en fin, una fiesta lingüística de verbo y tono, con muchos por decir y pocos por escuchar. Todo un contexto electoral con tantos candidatos batallando por llegar a la memoria y al corazón del ciudadano.

Sin embargo estar en el pódium, hace recordar Usait Bolt con su imbatible 100mt, dueño del trono por largo tiempo. Ser primero, estar primero y ser elegido como primero requiere en política una gran habilidad de comunicar.

El candidato, frente a sus audiencias, tendrá la necesidad de COMUNICAR –SE como una verdadera propuesta de valor. Su presencia, esencia y evidencia dicen más de él/ella que tantas palabras. Una realidad conocida por pocos es la capacidad humana de almacenamiento de mensaje: solo 2%. ¡Sí, sólo dos por ciento es el efecto real de cualquier mensaje! Y los llenamos de palabras, arengas, datos, historias para dilatarse en el infinito vacío de la indiferencia.

¿Cómo hacerlo diferente? Ante todo, señor candidato tiene usted 60 segundos, léase bien, un minuto de atención para “meterse” en el cerebro y en el corazón de su público. Ese tiempo es suficiente para tres acciones: RECORDACIÓN: ubicarse en top 3, ser prioridad, convertirse en preferido. Tan fácil decirlo como difícil lograrlo. En un mar de docenas de buenas historias, perfiles impecables y promesas infalibles, pasar desapercibido es común.  Comunicar-se diferente, de manera original, honesta… requiere un storytelling creíble, elaborado justo a la medida, sin excesos…auténtico, muy parecido a él/ella. Una segunda acción es generar VINCULACIÓN. Si ser recordado es llegar a la mente (cerebro) del elector, la vinculación requiere llegar a su corazón. Solo Fernando Alonso ha superado al genial “Shumi” en la fórmula 1; y nada más parecido en campaña, que un circuito de carrera, para representar el reto de llegar a conectar emocionalmente elector-candidato. ¿Es eso parecido a la conquista?, ¿en un minuto?… Sí, en un minuto. En cientos de espacios le dirán que le hable con emoción… pero sí usted no es la emoción¡no pasa nada! En serio. Se dice lo que se siente… y cómo se siente, eso se entrena. La auténtica pregunta es ¿cómo se identifica el elector con el candidato? Esa es la respuesta: ¡sea como su audiencia!. Una tercera acción es INTERÉS, ganarse un minuto más de atención. Es el verdadero reto en contienda. Distractores digitales, auditivos, visuales compiten por un instante de tu tiempo, de su interés, de su atención. Gana la batalla quien tenga la capacidad narrativa, física, emocional y carismática para mantener concentración, deseo y enamoramiento conceptual.

Un minuto para conectar audiencias, tan vital como ganar un elector, un voto. Un “speech the pitch” (un discurso de bola rápida), es lo que tiene, señor@ candidato para COMUNICAR-SE. Ahora, ¿qué decir?: diga un solo mensaje, uno, nada más. Recuerde que todo comunica en usted: su imagen, sus palabras, sus gestos, el tono… ¡Concentre-se en ser UNA PROPUESTA DE VALOR REAL! Y el mensaje, esa frase corta, memorable, sonora que contiene todo el concepto de lo que es usted y su campaña, dígala tres veces. En un minuto, la primera vez pasará desapercibida; una segunda se presenta interesante, y tres veces se convierte en memoria.

Verificar el mensaje entre las audiencias es muy fácil, y de paso hace un favor a sus asesores.  Siempre pregunte aleatoriamente: ¿de qué le habló el candidato?, seguro que todos le responden bien. Pero si quiere verificar la implantación del mensaje cambie la pregunta a ¿qué le dijo el candidato?, solo así tendrá garantía de éxito.

Lleva meses convertir un candidato en el más perfecto orador; Obama solo hay uno. Entonces concéntrese en hacer efectivo el mensaje: siempre es mejor menos que más…el más son la coherencia, honestidad, veracidad y emocionalidad en transmitir su mensaje: él/ella.

Ahora bien, si el mensaje de campaña es un CONCEPTO que recoge una PROMESA DE VALOR, todas las acciones de esta deben reflejar, conectar y sumar al concepto. Eso se llama coherencia. Y se hace con recursos escasos, mucha creatividad, disciplina, coordinación y pasión real. El candidato es la representación vívida- humana de este concepto y todo el equipo de colaboradores, estrategia, táctica, voluntarios, objetivos suman para la distribución del mensaje con una articulación perfecta, en el tiempo perfecto y con la sensibilidad perfecta.

Dos por ciento, no lo gaste en palabras iguales que dirán docenas de candidatos. 2% para ser diferente y ser memorable. Entienda, usted es el mensaje y llegar al 2% de un mensaje requiere esfuerzo y trabajo en largo tiempo. Recomiendo buscar apoyo en quienes saben y le ayuden a llegar ser un verdadero mensaje.

Nury Astrid Gómez Serna

Política y Comunicación

Skype:nury.astrid.gomez.serna

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@MaximoImpacto

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Foto: www.i.cbc.ca

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