Se puede dejar de tener miedo ¿creencia o realidad?

César Bollero

Coach / Speech Trainer

 

En días pasados en el marco de la certificación de conferencistas, que dictamos en Caracas Coaching, por cierto la academia número uno del país formando profesionales de altura;  Tuve una experiencia única que ahora mismo quiero compartir con todos ustedes, estábamos hablando de los rituales que tienen los artistas, políticos y conferencistas, que son partes de sus creencias potenciadoras al momento de estar  frente al público,  antes habíamos hablado de las emociones y del miedo al hablar en público, en ese punto el coach responsable de la formación José Bermúdez, me abordó con la pregunta; “Cesar, ¿y tú qué cosas o rituales haces antes de salir a dar tu conferencia?, la reflexión me encantó, porque nunca lo había visto tan claro como en ese momento cuando de manera consciente lo reflexione y lo exprese.

Mi respuesta generó cara de asombro entre los presentes, “Me conecto con el miedo, y hago del miedo, una herramienta” dije; Argumentando que el miedo me ponía alerta, que el miedo no me permitía espacio para improvisar, que el miedo llevaba a otro nivel mi escucha activa, que el miedo incrementaba mi atención y no perdía detalle de todo lo que pasaba durante mi intervención, mi respuesta dejó un mensaje claro a todos lo que escuchaban, “El miedo es un aliado”.

Esa experiencia me motivo a escribir estas líneas e invitarte la siguiente reflexión; ¿Sabías que un porcentaje alto de las cosas a las que le tienes miedo nunca suceden? El miedo es una emoción con un único fin la supervivencia, con el miedo podemos medir el peligro, la gran mayoría de las veces sufrimos por miedos infundados de cosas o situaciones que realmente no están pasando que ni siquiera van pasar. Nos basamos en las experiencias negativas que hemos vivido en el pasado e inclusive vividas por otras personas y las proyectamos hacia el futuro y como no las queramos repetir nos paralizamos ante la posibilidad de vivir lo mismo.

Tu mente es tan poderosa que, entre un deseo y el miedo, elegirá tomar la decisión que te aleje del miedo, aunque eso represente alejarte también de tus deseos. Ocurre también cuando recibimos un diagnóstico médico negativo, nos deprimimos en lugar de poner nuestra energía en recuperarnos, nos desgastamos y sufrimos pensando lo peor y así perdemos la posibilidad de disfrutar la vida.

¿Cuántas cosas hemos dejado de hacer por miedo? El miedo nos hace perder muchas oportunidades. Debido a él, nos encerramos en nuestro círculo de seguridad, ese que llamamos zona de confort  y renunciamos a afrontar nuevos retos. Ningún ser vivo ataca a otro a no ser que tenga miedo, así que cuando veas que alguien te ataca ya sabes la razón.

¿Se puede vencer el miedo?

Quiero que sepas amigo lector que el miedo no tiene ningún costo por lo que se obtiene con mucha facilidad, puedes llegar a tener todo el que desees lo irónico es que sólo está en nuestra mente, es simplemente una emoción que no puedes controlar, te va acompañar toda la vida, ahora bien, que sea gratis no significa que no tenga otro tipo de costos que te toque pagar. Bastaría con analizar cuántas cosas quedan paralizadas o dejamos de hacer como consecuencia del miedo.

¿Nos hemos planteado lo que verdaderamente podríamos alcanzar si no permitiésemos que el miedo se apoderase de nuestras acciones?

Debo decirte también que si el  miedo va a estar siempre, lo único que puedes hacer con él, es aprender a gestionarlo, una vez que lo logras, puedes hacer lo que sea porque a partir de ese momento pasa a formar parte de tus herramientas, y como dice José, “no hay una fórmula mágica”, eso no existe, así que además te toca con ayuda o sin ella aprender de tus propios miedos, el coaching es excelente para eso, te ayuda a buscar con la mayéutica, esas creencias que no te permiten avanzar y hasta derrumbarlas, posicionar anclas que en un momento determinado puedes accionar para pasar de una emoción a otra.

Algo que en lo personal me ayuda a gestionar el miedo es escribir en un papel todas aquellas cuestiones que me preocupan. A continuación, una vez identificado el problema, escribo qué es lo peor que podría suceder si efectivamente ocurre lo que temo. Cuando cuantifico el impacto y veo que las consecuencias son asumibles, y en cualquier caso, muy inferiores a lo que inicialmente preveía en mi mente. Cuando los problemas están en nuestra mente, la mayoría tiende a magnificarlos. Si los escribo, y determino cómo pueden afectarme, es muy probable que acabe concluyendo que las consecuencias son bastante más pequeñas de lo que inicialmente estimaba.

La historia no termina allí, ese mismo día y orgulloso de mi respuesta la compartí con el Master Coach Wladimir Berroterán en el almuerzo, el me miró fijamente y me dijo, que cuando José me preguntó por mis rituales en aquella pregunta que hizo, realmente no le había respondido nada, y yo le asegure que sí, y que además todos quedaron impactados con mi respuesta como facilitador, y con unas breves palabras  me hizo ver que no había aportado las evidencias que soportaban mis argumentos, no había nada medible, porque lo que José estaba pidiéndome era cual era mi conducta antes de comenzar una conferencia, esas que se podían ver y que efectivamente validaban mi “Conexión con el miedo”, y terminó diciéndome que eso de “Conectarme con el miedo” era muy romántico, pero que no aportaba nada en la dirección de enseñar o aportar a otros, específicamente lo que había que hacer con pasos concretos cual método, como abordar la previa de mis conferencias.

Como ya se imaginarán me puso a pensar muchas cosas, entre ellas, todo lo que acabo de escribir sobre el miedo y como gestionarlo, que, en mi caso personal, lo tengo quizás muy bien gestionado y de una manera que hasta me resulta natural de hacer, pero que nadie más podría comprender como método. Mi conclusión a esa reflexión sobre las cosas concretas que hago fueron tan simples como, sociabilizar con el público antes de la conferencia, me gusta estar atrás y observar todo lo que ocurre con atención, ver a los moderadores que me anteceden y como le responde la audiencia, pruebo el micrófono antes de subir, decidir el tono que voy a utilizar y la proyección que requiero de acuerdo al sonido y por ultimo me hago un bosquejo de interacción con el público presente.

Como pudieron leer, no siempre respondemos lo que nos preguntan, cuando las cosas están pasando, en tu mapa, tu estas construyendo ideas y respuestas y eso nos desconecta por segundos, lo interesante es siempre revisarte y escuchar a los demás con atención, de este modo, estamos fortaleciendo nuestra estrategia, y preparando nuestro camino ante las cosas que puedan ocurrir, pero sin acabar siendo víctimas del miedo y la inacción.

Estas líneas basadas en mi vivencia no van a eliminar el miedo que tú puedas sentir en este u otro momento, pero sí creo que te va a ayudar a vivir con él. Te permitirá transformar el estar alerta en un verdadero plan de acción, y anticiparte a las posibles contingencias, esas que por cierto, quizás nunca ocurran.

Foto: https://futureforth.com