Las flores de Merkel y palabras de Claudia. Video columna #81

Las flores de Merkel y palabras de Claudia.

Por: @OrlandoGoncal

Todo comunica. Muchas veces los líderes políticos no se dan cuenta de ello, o peor aún, se desnudan, dejando al descubierto sus verdaderas intenciones y creencias.

En días pasados la canciller alemana Ángela Merkel inicio una gira de Estado, a modo de despedida, puesto que no se volverá a postular; una de sus paradas fue en Moscú, para conversar con el presidente Putin. Como acto de bienvenida el zar ruso recibe a la canciller Merkel al mejor estilo del macho alfa, con un ramo de flores, tratando de impresionar a su visitante. Como corresponde, la canciller agradece con una ligera inclinación.

Sin embargo, si el objetivo del presidente Putin era tratar de ablandar a la canciller alemana, no le fue posible, pues entre otras cosas, ella, desde el inicio de la reunión se le fue a la yugular, manifestándole la preocupación por las libertades civiles, exigiéndole la liberación inmediata del líder opositor Alexéi Navalny.

No suficiente con lo anterior, le hablo de la inestabilidad en Ucrania, donde el presidente ruso apoya a los independentistas en un conflicto que ya segado más de 14 mil vidas. Por supuesto no podía dejar por fuera el controversial gasoducto Nord Stream 2, que le suministrará gas a Alemania, pero, todo esto cuando se suponía que el centro de la conversación giraría en torno a la situación que enfrenta Afganistán con el ascenso al poder de los talibanes.

Como estocada final, dijo Merkel: «Aunque hoy en día tenemos profundas diferencias, hablamos el uno con el otro y eso es algo que debe seguir ocurriendo».

Conclusión. Bonitas las flores, pero la política con P mayúscula no pierde su foco sobre lo importante y lo estratégico, ante lo cual, no valieron las artimañas estilo Don Juan, del pequeño Zar.

Cambiando de latitudes y tema, quien pareciera haber perdido el foco sobre lo estratégico e importante es la alcaldesa de Bogotá, pues nuevamente, y por tercera vez, arremete con palabras xenofóbicas y estigmatizantes contra los inmigrantes venezolanos.

En marzo de 2020, declaró: «No es la primera vez desafortunadamente que tenemos actos muy violentos de inmigrantes venezolanos”. Luego en octubre de ese mismo año vuelve a arremeter cuando declara: «No quiero estigmatizar, ni más faltaba, a los venezolanos, pero hay unos inmigrantes metidos en criminalidad que nos están haciendo la vida a cuadritos”. Ahora la alcaldesa anunció su intención de crear un comando con Migración Colombia y la Policía para perseguir a los venezolanos con el argumento de que algunos de ellos delinquen.

Ya en el pasado Colombiacheck, un medio digital de fact-checking que verifica cuánta verdad hay en lo que se dice en el ámbito público en Colombia, había señalado que, según el director de Migración Colombia “La principal fuente de criminalidad en Colombia, lamentablemente, es el colombiano mismo” y agregaba que, el 96% de los delitos son cometidos por los nacionales”. Por otra parte, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) señaló que para 2020, de los casi 100 mil privados de libertad, solo el 0,083% son venezolanos.

La pregunta que habría que hacerse ante estos hechos es, dónde quedaron las palabras de su discurso el día que ganó las elecciones, en octubre de 2019. En esa ocasión dijo: “Bogotá votó porque derrotemos y superemos y desaprendamos el machismo, el racismo, el clasismo, la homofobia y la xenofobia. Que no haya duda, Bogotá votó porque el cambio y la igualdad son imparables”

Por tercera vez acusa a la migración venezolana de la violencia en Bogotá, parece que las palabras bonitas del discurso eran solo eso, por lo reiterado de sus ataques surgen las preguntas, ¿será esa su real creencia?, o, ¿usa a los venezolanos para distraer la atención sobre la ineficiencia de las políticas de seguridad en la ciudad?

Es evidente que hay una enorme diferencia entre la canciller alemana y la alcaldesa de Bogotá. La primera, cada vez que se ha equivocado, no solo lo reconoce públicamente, sino que pide excusas; la segunda, prefiere atacar y estigmatizar a un grupo poblacional, para así ocultar la ineficiencia de las políticas de seguridad en su administración. Merkel no se deja deslumbrar con flores, mientras López busca la salida fácil. Es claro que la estirpe de un líder demócrata se nota en sus actuaciones, en su coherencia entre lo que dice y lo que hace; es por ello que hay diferencias en el manejo de las flores de la Canciller Merkel y las palabras de la Alcaldesa Claudia.

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