Adiós Fidel, bienvenidos los cambios.

Amado e idolatrado por unos, odiado por otros, pero el mundo comenta y reflexiona por el fallecimiento de Fidel Castro.

Sin duda fue un líder carismático que marcó un hito en la historia del siglo XX. En 1962 generó la crisis de los misiles, poniendo al mundo al borde de una tercera guerra mundial y, en general sus acciones colocaron a Cuba en un lugar preponderante en la historia.

Fidel Castro llega al poder luego de derrocar al dictador Fulgencio Batista e, impulsando una revolución que muchos alaban y otros detestan pero, dotado de un enorme carisma, de excelentes dotes para comunicar, lleva adelante su revolución.

Las políticas del Castrismo llevan a Cuba a ser el único país de América sin desnutrición infantil, con la tasa de mortalidad infantil más baja de América, con más de 130.000 médicos graduados desde 1961, un sistema de salud que ha sido ejemplo para el mundo; desarrollaron cuatro vacunas contra el cáncer, un sistema educativo que puso al analfabetismo en cero, el 54% del presupuesto se invierte en servicios sociales y, siendo el país que más porcentaje de aportes del PIB hace a la educación.

Visto a la distancia y, en cifras, son avances que cualquier país de Latino América envidiaría pero, como en todo, hay dos caras de la moneda y, para ser objetivos hay que ver todas las aristas.

Castro derrotó a una dictadura e instauro una revolución que término siendo la dictadura más férrea del continente. Se mantuvo en el poder por 46 años y cuando la biología hizo su trabajo de envejecimiento, prolongo su mandato heredando el poder a su hermano.

Oprimió y reprimió brutalmente a la oposición hasta desaparecerla, bien encarcelándola, fusilando y, muchos otros desterrándolos al exilio; no permitió la creación de ningún partido político distinto al comunista, ni sindicatos libres, un solo órgano de comunicación estatal, sin medios independientes, un sistema de justicia que responde ante el partido comunista cubano y sin ninguna independencia y autonomía.

Su sistema educativo, referente en el mundo, si bien elimino el analfabetismo, fue un sistema que no permitió la libertad académica, y por lo tanto, lo que se enseña, los libros, era y continua siendo autorizado o controlado por el estado.

Durante 46 años, controló y sometió hasta el más pequeño detalle de la vida de los casi 12 millones de cubanos, lo que originó que muchos huyeran de la isla, y hoy más de 4 millones de cubanos viven en el extranjero, y más de 3.000 murieran en la travesía por mar hacia los Cayos de la Florida.

¿Fue Fidel Castro un líder? Sin duda, así como lo fueron Hitler, Kadaffi y, tantos otros dictadores que sometieron a sus pueblos.

¿Cuba tienes grandes avances en educación y salud? Sin duda que los tiene y son innegables pero, ¿a qué costo humano? Demasiado alto en mi entender, y para nada justificables.

Organizaciones internacionales defensores de los derechos humanos, documentan más de 4.000 personas fusiladas, más 3.000 muertos en las travesías marítimas para escapar del país, miles de cubanos encarcelados sin juicios justos e imparciales, y esto hace preguntarse ¿por qué no se conoce acusación por delitos de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional u otras Cortes Internacionales de D.H.? Es un hecho que llama la atención y debe ser materia de análisis y reflexión.

Ahora, hacia el futuro, ¿qué le depara a Cuba y a Latino América, con la desaparición de Fidel Castro?

Seguirá Cuba sometida al régimen que aún hoy pervive; qué pasará con el  restablecimiento de las relaciones con los EEUU, con la victoria de Donald Trump estará en veremos; así que, el agotado sistema, sumado al trabajo de la biología sobre los ancianos líderes de la revolución avizora tiempos de cambios, o mejor dicho un cambio de era de la Cuba castrista a una Cuba que tendrá que acelerar el paso para salir del congelamiento en el que se encuentra desde los años 60.

Claro está, como todo cambio de era, esto no será inmediato, tomará tiempo, pues las nuevas generaciones tendrán que comenzar a presionar para asumir el liderazgo del país y, eso implica despojarse del miedo que durante más de 50 años les han inculcado, tarea que no es fácil para las generaciones involucradas.

La economía cubana está en ruinas, y si Donald Trump cumple sus promesas de reversar los acuerdos que Obama ha hecho con los Castros le vendrán tiempos muy difíciles y será la comunidad internacional quien tendrá que darles una mano a los cubanos.

Por otra parte, en Latino América, la influencia romántica de la revolución cubana se ira desvaneciendo, pues el sistema además de agotado, atrasado, ineficiente y anti democrático, no tendrá cabida en el mundo moderno.

El mundo está cambiando. No estamos  en una era de cambios, estamos ante un cambio de era y  eso es profundo y trascendental, los hechos son su evidencia. Por decir los más recientes, el Brexit de Gran Bretaña, el NO en Colombia, Trump como presidente de EEUU, la estrepitosa caída de los partidos de izquierda en buena parte de América Latina, un Papa Latinoamericano transformando la iglesia, España con incertidumbre de 10 meses con un gobierno provisional, ahora la desaparición de Fidel, son algunos de esos síntomas a tener en cuenta.



		

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